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La guindilla podría ser una gran alternativa para no atragantarse

Estas pueden activar sensores en la boca que permiten que el cerebro haga los movimientos de tragar de nuevo

Crédito de la imagen: Pxhere

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Las guindillas son ese tipo de alimentos que la gente o adora o detesta debido a que son picantes. En muchas cocinas se emplean para acentuar los sabores de los alimentos. Pero esta no es la única función de esta. Al igual que ocurre con la pimienta, por ejemplo estimulan sensores en la boca de gente (disfagia). Es por ello que la guindilla podría ser una gran alternativa para no atragantarse, según expertos del Hospital de Mataró, Barcelona.

La guindilla podría ser una gran alternativa para no atragantarse, según los expertos

La menta, la pimienta y la guindilla tienen el poder de activar sensores en la boca de individuos que sufren de problemas para atragantarse tanto cundo comen como cuando beben. Gracias a estos ingredientes, la boca empieza a notar la existencia de comida dentro de ella, lo que hace que se mueva de nuevo. De la misma manera, el poder es tal que mandan una señal al cerebro para que la función de tragar sea aún más segura. En consecuencia, cierran el orificio entre la tráquea que hay en dirección a los pulmones.

Para llegar a estas conclusiones, los expertos de la unidad de disfagia el Hospital de Mataró, Barcelona, han realizado un ensayo con ancianos. De estos, el 80% había sufrido un ictus y el 84% padecen una dolencia neurodegenerativa. Por lo tanto, son pacientes que únicamente pueden alimentarse a base de líquidos espesos y purés y que, además, tienen grandes probabilidades de tener neumonías por causa de que la comida llega a sus pulmones.

El mentol tiene menta, la guindilla capsaicina, y la pimienta piperina. Dichas sustancias estimulan los receptores básicos de deglución, los cuales se sitúan en distintos puntos de la lengua y de la boca en sí. Según Pere Clavé, el responsable del estudio, “la más potente es la capsaicina, la de la guindilla, y en un primer ensayo pudimos comprobar que administrando una sola dosis a personas ancianas con disfagia, justo antes de comer, había una mejora evidente de la respuesta motora”. Cabe destacar que estas palabras fueron recogidas por La Vanguardia.

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Debido a este descubrimiento y a que también se dieron cuenta que la capsaicina era la que más disminuía el tiempo en el que se cierra el vestíbulo laríngeo, se puede decir que la guindilla podría ser una gran alternativa para no atragantarse.

El ensayo con los ancianos

En el estudio piloto, se le suministró una cantidad baja de capsaicina que las personas mayores pudiesen aguantar. Estos la tomaron durante 10 días antes del desayuno, la comida y la cena. Noemí Tomsen, otra de las investigadoras de este estudio dijo que: “Comprobamos que induce una respuesta sensorial y motora más rápida, lo que supone que el cierre del vestíbulo laríngeo es más inmediato”. Se debe tener en cuenta que el hecho de que el vestíbulo laríngeo se cierre rápido, impide que la comida llegue a los bronquios.

Los científicos también consideran que “existe una correlación entre la mejora de la respuesta sensorial y la respuesta motora”. Dicho en otras palabras, esto sería como un efecto de neuroplasticidad, es decir como si el cerebro, al activar esos sensores con la guindilla aprendiera de nuevo a mover todos los mecanismos necesarios para poder tragar.

Según Pere Clavé, el objetivo ahora es poder “traducir estos resultados para lograr un fármaco que se pueda administrar fácilmente en las dosis más adecuadas”.

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Conoce aquí cómo un hospital explica la manera de salvar a un bebé que se está asfixiando.

Para finalizar, en el siguiente vídeo puedes conocer más datos sobre la disfagia.

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