Si abres la despensa de cualquier casa, con total seguridad te encontrarás con un paquete o varios de harina. Este ingrediente es esencial para preparar todo tipo de masas, tanto para comidas como una pizza, como para postres como un bizcocho o para hacer pan casero. Por ello, es muy importante conservarlo adecuadamente. Por si no sabes cómo hacerlo, sigue leyendo y podrás aprender a guardar la harina correctamente en casa.
Cómo guardar la harina correctamente en casa
El hecho de guardar la harina correctamente en casa, servirá para que la vida útil de este ingrediente aumente, dado que se conservará mejor y con buena calidad.
Debes tener presente que este polvo fino se extra de un cereal molido, así como de otros alimentos ricos en almidón. Por lo tanto, al guardarlo, tienes que aumentar las precauciones. Es más, por lo general, en el embalaje suele decir “Conservar en un sitio fresco, seco y alejado del piso”.
Además de estas recomendaciones, también es bueno que sigas los siguientes consejos.
Evita el contacto con el aire
Si la harina entra en contacto con el aire, se forma una oxidación de la grasa de la misma. En el caso de que embeba humedad, absorbe olores, lo que hace que se produzca una contaminación del ingrediente.
Cabe destacar, que en relación a la humedad, los especialistas aconsejan que el sitio donde se guarde la harina debe tener una humedad relativa que sea inferior al 80%. De ahí que siempre se recomiende que sea seco. Ya en lo que respecta a la temperatura, no es bueno que el lugar supere los 20º C.
Evita los insectos
El insecto más común que suele proliferar alrededor de la harina cuando se conserva durante mucho tiempo es el Tribolium Castaneum. Si la temperatura es de 30º C, puede vivir hasta los 30 días, más o menos. Con 10 grados menos, la vida puede alcanzar hasta los tres meses y medio.
El Tribolium Molitor es otro de los más comunes, y presenta un ciclo de vida superior al anterior.
Consérvala en envases de papel
Olvídate de los envases transparentes. Los de papel son mejores. Estos tienen que estar bien cerrados, dado que así evitarán la proliferación de hongos y la humedad relativa.
Cuando son transparentes, estos pueden atraer la luz solar. Por lo tanto, al no usarlos estarás previniendo la exposición solar.
Refrigérala
Uno de los secretos que pocas personas saben sobre la conservación de la harina, es la posibilidad de refrigerarla. Cuando se guarda en la nevera, esta puede mantenerse en buen estado incluso más de un año. Además, al estar en el frigorífico, se reduce la posibilidad de la aparición de insectos y larvas.
No obstante, cuando utilices harina congelada, debes esperar que recupere sus características normales atemperando el ingrediente, antes de usarlo.
Lee también: Harina de avena: beneficios y cómo hacerla
Para finalizar, en el siguiente vídeo puedes aprender cómo proteger la harina de los insectos.
