La gota es una enfermedad del grupo del reumatismo que también se conoce artritis gotosa aguda. Se caracteriza por causar la inflamación de las articulaciones como consecuencia de la acumulación de cristales de ácido úrico en el organismo.
Cuando los riñones no son capaces de procesar las purinas presentes en el organismo, se eleva la concentración de ácido úrico y éste se cristaliza en el líquido sinovial alrededor de las articulaciones. Este proceso causa inflamación severa, enrojecimiento de la zona afectada y dolor.
La gota: todo lo que hay que saber
La gota tiene diferentes tipos y puede ser tratada de acuerdo a su especificidad. Por ello, en este artículo compartiremos los aspectos esenciales que usted debe conocer para orientarse y procurar la atención de un médico especialista.
Síntomas de la gota
Entre los síntomas de la gota se pueden mencionar:
- Inflamación de las articulaciones;
- Enrojecimiento y ardor en las zonas inflamadas;
- Dolor intenso en pies, tobillos, muñecas, manos y rodillas;
- Incomodidad de las articulaciones tras superar las crisis de dolor.
Tipos de gota
Existen varias formas de clasificar la gota. La más común es la siguiente:
- Gota aguda: Afecta a una articulación normalmente y suele responder a episodios puntuales.
- Gota Crónica: Suele involucrar más de una articulación y presenta episodios recurrentes de dolor que afectan la calidad de vida.
Otra forma de clasificar la gota es:
- Gota primaria: Aunque aún no se ha determinado con exactitud, suele referir a la predisposición genética que eleva los niveles de ácido úrico en la sangre.
- Gota secundaria: Refiere a las crisis de gota que ocurren por el tipo de alimentación que eleva el ácido úrico en la sangre. Alimentos como las carnes rojas o bebidas como el alcohol están dentro de los causantes. La gota secundaria puede manifestarse como consecuencia de otras enfermedades como la psoriasis, insuficiencia renal, hipertensión, obesidad, hipotiroidismo, leucemia y enfermedades hemolíticas.
Causas de la gota
No se sabe a ciencia cierta qué causa la gota, pero existen factores que predisponen la aparición de la enfermedad, así como desencadenantes. La alimentación juega aquí un papel fundamental, pues el exceso en el consumo de alcohol o de carnes rojas incide en la aparición de la enfermedad. Asimismo, las enfermedades que ya hemos señalado, como la obesidad, la insuficiencia renal, la psoriasis o el hipotiroidismo son agentes desencadenantes.
Entre los factores y grupos de riesgo pueden mencionarse:
- Herencia;
- Hipertensión;
- Diabetes;
- Sobrepeso y obesidad;
- Arterioesclerosis;
- Alcoholismo;
- Personas de sexo masculino,
- Mujeres menopáusicas.
Tratamiento
Un tratamiento adecuado para la gota siempre deberá ser asignado por el médico tratante, ya que cada caso es distinto. Un médico internista o un reumatólogo serán los más indicados para darle un diagnóstico, que incluirá exámenes como rayos X, análisis del líquido sinovial, exámenes de sangre para medir el nivel de ácido úrico, biopsia sinovial y radiografías.
Los tratamientos médicos más comunes suelen estar relacionados con prescripciones farmacéuticas, basadas en medicamentos desinflamatorios, analgésicos y corticoides, entre otros.
Receta natural
Afortunadamente, los dolores y crisis de gota pueden atenuarse o aliviarse mediante la medicina natural. Usted puede aplicar alguna receta casera para mejorar su condición.
Por ejemplo, 1 taza de café al día, bien sea normal o descafeinado, reduce los niveles de ácido úrico en la sangre. También se sabe que la cereza tiene un efecto positivo para tratar la gota, ya que ella contiene propiedades anticianóticas.
Asimismo, usted puede consumir infusiones o cápsulas de las siguientes hierbas disponibles en el mercado: hojas de ortiga, grosella y abedul.
Consejos finales
Usted debe tener presente que la visita al médico es indispensable para determinar si tiene o no gota, cuál es el tipo del que sufre, cuál es la causa y cómo debe tratarla.
Es muy importante que no se automedique y que opte por un estilo de vida saludable, caracterizado por una alimentación balanceada y una rutina frecuente de ejercicios.
Si quiere conocer más sobre la gota y sus posibles tratamientos, consulte el siguiente vídeo: