Todos sabemos que cuando los gatos maúllan o los perros ladran persistentemente, algo malo o extraño está pasando y debemos desconfiar. Es de esta manera que muchos dueños de mascotas han descubierto enfermedades que sus propios doctores no pudieron detectar.
Hace aproximadamente, 2 años atrás, Sue McKenzie, ahora con 64 años, descubrió algo extraño en su casa. Un pequeño gato (negro con manchas blancas, ella nunca lo olvidará) se quedó maullando durante horas en la puerta de su casa. Llovía mucho ese día y el marido de Sue no quería que un gato de la calle entrara a su casa, pero ella no tuvo corazón para dejarlo fuera.
La mujer lo secó y le dio de comer. Después de acabar el aguacero, el pequeñito salió y nunca más volvió (por lo menos, eso es lo que ella pensó). Lo que Sue no sabía, era que el felino a quien llamó Tom, volvería un par de años más tarde para devolverle el favor…
Desde que Tom volvió a aparecer, ella y su marido se encariñaron mucho con él, creando un fuerte lazo, pues sentían que no era como los otros gatos. Era muy independiente y reservado con las visitas, le gustaba estar en el jardín y en el sofá de la sala, aunque continuaba siendo un gato de la calle. De un momento a otro la personalidad de Tom cambió, comenzó a seguir a Sue para todo lado (algo que nunca había hecho antes) lo más curioso es que cada vez que podía, él se acercaba a ella y le acariciaba un punto específico del cuerpo: el hombro derecho.
“A Tom no le gustaba el contacto directo, por eso me llamó la atención que se acercase tanto a mi y tan constantemente” declaró Sue a ITV News y añadió: “Comenzó a mover su cabeza en mi hombro y a maullar fuertemente, hasta el punto de volverse irritante”.
Ella decidió llevarlo al veterinario y fue ahí cuando el doctor le indicó que tal vez su gato estaba tratando de decirle alguna cosa. Sue era enfermera y pensó que si algo malo estuviera sucediendo con su salud, ella ya lo habría notado. Pero las palabras del veterinario la hicieron dudar y pensó que tal vez tendía algo en la clavícula.
Después de visitar a su especialista, descubrió que tenía un tumor, era un Linfoma de Hodgkin, un cáncer que afecta al sistema linfático. El cáncer fue diagnosticado en Agosto 2014 y retirado después con una cirugía.
Luego de algunas sesiones de quimioterapia, Sue está finalmente recuperada y saludable, todo eso gracias Tom. “Yo nunca me habría imaginado que los animales tenían este sexto sentido para esas cosas. Yo creo que estoy viva gracias a Tom, él me salvó la vida a su manera”.
Esté atento a las señales de sus animales de estimación. Quién sabe, puedan salvar su vida. El héroe hoy fue Tom, muchas felicidades para él y su familia.
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