Todos los días una mujer sale a darle comida a los gatos del vecindario. Fue así como conoció a una gata a la que llama Dongsuk. Esta gatita había adquirido la costumbre de pasar todos los días por el lugar, en espera de la comida que la mujer tan generosamente le daba a ella y a otros felinos.
Así fue pasando el tiempo, hasta que un día Dongsuk se negó a recibir la comida. Sin saber exactamente cómo ocurrió, la señora comprendió que Dongsuk quería que le entregaran la comida en bolsa. Esa era la única forma en que la recibía, pues de lo contrario no la comía y la dejaba allí.
Soprendentemente, Dongsuk tomaba la bolsa y se iba. Todos los días mantuvo ese comportamiento por una buena temporada, hasta que la mujer empezó a sentir tal curiosidad que decidió seguirla.
Lo que descubrió fue increíble: Dongsuk había tenido crías en aquellas semanas, 5 para ser exactos. Pero lamentablemente, 4 de ellas murieron y solo quedó una pequeña gatita. Dongsuk hacía todo lo que podía para mantenerla viva.
Era así como iba a buscar comida donde la mujer, y se la llevaba a diario a su bebita, la ponía al lado de ella, le abría un huequito a la bolsa y, por último, se la daba.
El instinto maternal es, definitivamente, sorprendente. Sean mujeres, perras o gatas, las madres dan de sí todo lo que pueden para que sus hijos puedan salir adelante y abrirse camino, es decir, para que puedan vivir plenamente.
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Vea la escena en el siguiente vídeo:
