En varias iglesias de todo el mundo, es común que sus fieles paguen el diezmo. Esta práctica de recaudar dinero para ayudar a la iglesia es una costumbre muy antigua, la cual tiene su origen en el Antiguo Testamento de la Biblia.
Este pago sirve para mantener la iglesia, sus sacerdotes, sus proyectos sociales y otras actividades. Cada institución religiosa destina este dinero a lo que considera adecuado. Un caso reciente ocurrido en Rio Grande do Norte, Brasil, ha llamado la atención y se ha vuelto viral en las redes sociales. La Iglesia Potiguar entrega a una familia necesitada una casa hecha con el dinero del diezmo. Un hermoso destino para el dinero recaudado.
Conoce la historia
Baraúna es una pequeña ciudad en Rio Grande do Norte. Esta cuenta con unos 30,000 habitantes. Ubicada a 300 km de la capital, Natal. Allí, una familia gana una casa construida con dinero del diezmo. La noticia, la cual se hizo viral rápidamente, fue compartida en las redes sociales a través de una publicación del Padre Deivid Franklin de 29 años. Él es el responsable de la Parroquia de Nuestra Señora de las Gracias.
La familia de la pareja Verônico y Altaniza se benefició enormemente de la acción de la iglesia. Antes de conseguir su propia casa y segura, vivían con sus tres hijos y su abuela en un hogar precario. Era una choza en un terreno que tenía una alta probabilidad de deslizamiento de la tierra. Según el padre Deivid, la situación de la familia era muy triste. La casa era sólo una lona sujeta por unos listones de madera.
En la publicación que ganó mucha notoriedad en las redes sociales, el sacerdote presenta la casa hecha con el dinero del diezmo de sus fieles. Esta fue construida en la comunidad de Santa María, en la ciudad de Baraúna, en una parcela segura para la familia. La misma tiene dos dormitorios, un cuarto de baño, una bonita sala de estar y una buena cocina. Además de ser mucho más encantador y acogedor que la antigua residencia, la familia puede dormir tranquilamente y formar nuevas memorias.
Deivid prometió a su congregación que usaría parte del diezmo de la iglesia para construir la casa para la familiar a un ritmo acelerado. Al finalizar el trabajo, agradeció a todos los que contribuyeron a proporcionar un hogar seguro para la familia. Dado que la construcción aún no está totalmente acabada, el padre pidió a sus fieles que hicieran una donación final para pagar la última deuda que falta. De esta manera, el sacerdote puede pensar en una nueva buena acción para sus feligreses y su comunidad.