El chocolate es delicioso es sus múltiples formas y en todos los tipos, todo y que existen diversos mitos sobre él. En el caso de querer consumirlo en un formato menos sólido, es necesario que tome una textura precisa para que no se derrita al momento ni que se solidifique. Fundir chocolate es una técnica muy fácil, aunque es necesario seguir una serie de pasos precisos para lograr un resultado perfecto.
3 Formas de fundir chocolate
Para derretir chocolate de forma correcta hay que generar variaciones en la temperatura. De esta manera, afectará a la composición del alimento y llegará a producirse la cristalización como ocurre en la foudue. A continuación, se explican 3 maneras de fundir chocolate.
Al baño María
De todas las formas en las que se puede fundir chocolate, ésta es la más recomendable por su eficacia. Hay que colocar una olla grande llena de agua con una más pequeña dentro. El fuego tiene que estar a 4,5 de potencia si es placa de inducción o a 3 si es de gas.
Una vez que el agua hierva, deberás romper el chocolate en trozos e ir agregándolos a la cazuela de menor tamaño, mientras remueves de forma constante con una cuchara de madera de forma suave. El siguiente paso consiste en introducir sólo dos terceras partes de todo el producto que se vaya a usar.
De a poco, el chocolate se va a ir derritiendo y hay que sacarlo del fuego cuando se haya creado una masa homogénea. En ese momento, deberás incorporar el resto del alimento. Finalmente, tienes que calentar de nuevo al fuego y ya estará listo para ser consumido tu dulce.
En microondas
Esta alternativa es aconsejable para los momentos en los que se va a consumir el chocolate fundido de forma casi inmediata después de haberlo preparado.
En este caso, hay que poner el chocolate dentro de un recipiente apto para el microondas y calentarlo a baja potencia. Eso sí, se debe ir haciendo paradas cada 15-30 segundos para remover el chocolate hasta que se derrita por completo. Si quedan algunas partes más sólidas, es mejor aprovechar la alta temperatura del resto del producto que ya se fundió para terminar de deshacerlas. De esa manera, se evitará que se recaliente demasiado el producto.
En thermomix
Con este sistema se puede hacer de 2 formas. Para fundir chocolate más deprisa, es mejor trocear el cacao en trozos dentro del vaso. Recuerda que el vaso debe estar seco sino el chocolate no se derretirá. Luego, tienes que triturar el dulce unos segundos a velocidad 7. Después deberás programar 4 minutos a 37ºC de temperatura a velocidad 3. Una vez tome apariencia de crema, estará listo para ser ingerido.
Otra manera es llenar el vaso de la thermomix con ½ litro de agua y, por separado, partir el chocolate y ponerlo en una bolsa para colocarla dentro del cestillo. Luego, se debe cerrar la máquina dejando que la bolsa sellada que se asome por el agujero de la tapa. A continuación, tendrás que sujetar con el cubilete y programar 20 minutos a 80ºC a velocidad 2.
Cuando finalice el tiempo, deberás sacar la bolsa y amasar un poco el contenido para mezclar bien el chocolate. Tendrás que cortar aquí una de las esquinas de la bolsa y aplicarla directamente desde ahí sin ensuciar ningún otro utensilio.
Mejor chocolate para fundir
Hay varios tipos de chocolates y para cocinarlos a altas temperaturas es importante que tengan una composición adecuada de manteca de cacao y que sean de buena calidad. Estos dos aspectos van a ser fundamentales para que en resultado final después de derretirlo, el sabor y la textura sean perfectos.
Los tipos más comunes para derretir chocolate son:
En cobertura: debe contener mínimo un 30% de manteca de cacao y un 55% si es cobertura negra.
Negro: presenta alrededor de un 26% de manteca de cacao y un 43% de cacao.
Amargo: está compuesto mínimo por un 60% de cacao.
Fondant: tiene un 40% de manteca de cacao y un 40% de pasta de cacao.
Con cualquiera de ellos se obtienen buenos resultados, aunque decantarse por uno u otro va a depender de lo que se quiera preparar porque tienen distintos niveles de amargor o dulzor.
Consejo final:
El chocolate blanco también se puede derretir, pero es más sensible a los cambios rápidos de temperatura por lo que hay que vigilarlo más a la hora de cocinarlo.
En próximo vídeo podrás aprender a realizar una cobertura de chocolate blanco para tartas.