Gary tiene más de diez años practicando buceo y realizando investigaciones a nivel acuático. Su trabajo realmente lo apasiona, sumergirse en el mar con un traje especial y dos bombonas de oxígeno, conocer las bellezas y paisajes acuáticos, junto a la diversidad de los animales que habitan en ese ambiente, es lo que más le gusta.
La mayoría de las veces Gary lleva su cámara con él para realizar investigaciones y compartir sus aventuras en las profundidades con los demás.
¿Se atrevería a colocarse un traje de buzo y sumergirse en el mar?
Imagine los animales que tendría a su alrededor, los corales, los peces y quizás otros animales más peligrosos a los que pudiese tenerle más miedo.
Gary es especialista en su área y con el tiempo ha dejado el miedo atrás. Eso sí, si va a realizar alguna expedición peligrosa se protege en una jaula y toma las precauciones necesarias.
Un día como cualquier otro, Gary se disponía a ver el área de corales y plantas alrededor de un grupo de focas. Todo transcurría con total normalidad hasta que se acercó a él una foca muy divertida. En ese momento Gary le solicitó a su compañero que grabara la escena mientras él compartía con la foca.
De forma increíble, de una forma muy cariñosa la foca lo miró fijamente a los ojos, lo tocó y lo buscó pidiéndole que la acariciara, a lo que Gary respondió con mimos y empezó a rascarle la barriga y la espalda. ¡La foca parecía una mascota como cualquier otra! El hermoso momento se encuentra documentado en este video:
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