El pollo es un alimento delicioso, puede ser preparado de diferentes formas y acompañado con diferentes contornos. Es ideal para ser consumido durante el almuerzo o la cena.
Muchas personas prefieren consumir pollo en lugar de carne debido a que durante muchos años se ha dicho que la carne produce cáncer, pero ¿Sabía que el pollo también? ¡El problema es que nadie habla al respecto!.
Muy seguramente le gusta comerse un pollo grande y con bastante carne, pero debe saber que ese tamaño que tanto le gusta es muy difícil de conseguir de forma natural. Para ofrecer en el mercado pollos como los que a la mayoría de las personas les gustan es necesario inyectarles diferentes tipos de sustancias, entre ellas arsénico, que si bien aumentan el tamaño del pollo, lo contaminan.
Nadie habla de los peligros del arsénico presente en el pollo y mucho menos de las diferentes enfermedades que puede generar. Pero un estudio realizado en el año 2006 por la Food and Drug Administration (FDA) que tenía muchos años escondido y finalmente salió a la luz, arrojó en su informe llamado “Playing Chicken” unos resultados terribles.
De acuerdo a los resultados de las pruebas, un 70% de los pollos presentes en el mercado han sido contaminados con esta sustancia, con la única intención de dar un aspecto más robusto al animal.
Esta es una de las razones por la que pueden pasar 20 años y una persona puede desarrollar cáncer sin explicación alguna, pero sí, existe una explicación, pregúntenle a los empresarios de la industria del pollo.
¿Qué hacer?
De ahora en adelante es importante que disminuya la cantidad de veces la semana en las que consume este alimento, pero si realmente quiere acabar con las posibilidades de contaminar su cuerpo producto del consumo de pollo, le recomendamos que al dirigirse al mercado compre sólo pollo orgánico que no haya sido alimentado con sustancias, arsénico ni nutrientes especiales, sino más bien criado de forma natural.
Le pedimos comparta esta alarmante noticia con sus familiares y amigos, no podemos permitir que la industria alimenticia siga jugando con nuestra salud.