Tener un perro en casa es sinónimo de alegría, fidelidad, compañía, cariño y, además, es bueno para la salud porque te obliga a dar paseos cuando lo sacas a hacer sus necesidades. Pero, la parte negativa es que, como los humanos, no son eternos y algún día se van. Cuando eso ocurre, la persona siente una desolación inmensa que no se puede explicar. De hecho, el fallecimiento de un perro es tan doloroso como el de un ser querido. Descubre a qué se debe.
¿Por qué el fallecimiento de un perro es tan doloroso como el de un ser querido?
El hecho de que un cachorro sea el mejor amigo del hombre hace que el fallecimiento de un perro es tan doloroso como el de un ser querido. Pero no solo eso. Un animal doméstico es un miembro más de la familia. Por tanto, cuando este parte, su amo tiene que pasar por un proceso de luto que es inevitable.
Durante el tiempo del duelo te costará asumir que ya no estará detrás de la puerta esperándote cuando dando saltos de alegría para recibirte cuando llegues a casa. Tampoco te dará caricias cuando te ve triste, ni te buscará para jugar. Por esto y por muchas otras cosas, el dueño del animalito se sentirá triste. Asimismo, notará inmenso la falta de su mascota, especialmente al principio, hasta que se vaya haciendo a la idea de lo ocurrido.
Existen algunas investigaciones que han llegado a poner en relieve que la muerte de un perro, en ocasiones, puede incluso llegar a ser más dolorosa para alguien que la de un ser humano. Y lo que es más, le puede llevar más tiempo superar su falta debido a la dependencia que tenía de su mascota. Esto pasa cuando el vínculo entre ambos era realmente fuerte, lo cual se equipararía a la unión que se puede tener con otra persona.
Conoce aquí las ventajas y desventajas de dormir con mascotas.
El poder de las hormonas
Cuando te rodeas de amigos o familiares por los que te sientes queridos, tu cerebro libera ciertas sustancias químicas y hormonas. Lo mismo ocurre cuando estás con tu mascota. Y claro, como con esta pasas varios años de tu vida a diario, el can deja de ser un animal a convertirse en un familiar. Es por ello que el fallecimiento de un perro es tan doloroso como el de un ser querido.
Aclarado este punto, surge otra duda, ¿por qué, en ocasiones, se puede demorar más tiempo en superar la pérdida de un animal de compañía que de un ser humano? El quid de la cuestión está en que cuando muere una persona, sueles tener unos días de baja en el trabajo, estás arropado por gente de tu entorno en la que te apoyas e incluso puede ocurrir que busques a algún profesional para que te ayude a superar la pérdida.
En cambio, cuando parte un animal, el duelo es diferente. En primer lugar, no tienes esos días de permiso para estar en casa y procesar lo ocurrido, la gente no se vuelca en ti debido a la pérdida que has sufrido y eso hace que reprimas tus sentimientos y emociones y te cueste llevar el dolor mucho peor.
Cuando un perro se marcha, pierdes a tu confidente, tu rutina cambia, y por tanto tu vida. Tómate tu tiempo para pasar el duelo y no te presiones. Es normal que estés tristes y que te duela su fallecimiento. Si consideras que es necesario, acude a terapias con un profesional para que te ayude a afrontar la situación de mejor manera. Al fin y al cabo, tu perro para ti lo era todo y con él se ha ido una parte de ti.
Para finalizar, en el siguiente vídeo se explica por qué los perros aman tanto a las personas.
