Los tratamientos de exfoliante para el rostro tienen la finalidad de promover la limpiar la capa superficial de la piel. En esas capas se acumulas las células muertas, el polvo, la contaminación del aire y los restos de maquillaje y cosméticos. Al eliminar todos estos residuos, la piel queda más limpia, se estimula la producción de células sanas y colágeno y la piel está mejor preparada para absorber los siguientes productos que reciba.
Cómo exfoliar el rostro
Antes de comenzar a usar el exfoliante del rostro, es importante saber que la piel de tu cara es más sensible que el resto de tu cuerpo. Por lo tanto, ten cuidado con los productos que escoges, siempre opta por versiones hechas para tu tipo de piel y realiza una prueba en un área pequeña de la cara antes de aplicarlo en todo para ver si tendrá alguna reacción. Sabiendo esto, mira cómo hacer la exfoliación para cada tipo de piel.
Piel grasa
La piel grasa necesita más atención. En este tipo de piel, el proceso debe seguir estas recomendaciones:
- Exfolia hasta dos veces por semana;
- Si notas que la piel se está volviendo más sensible, reduce a 1 vez por semana;
- Si la piel oleosa tiene acné, puedes elegir un exfoliante con ingredientes activos derivados de la bacteria Lactobacillus lactis que sean antiinflamatorios;
- El ácido salicílico en el extracto de sauce blanco es un gran ingrediente para contener en tu exfoliante comprado;
- Usa una crema hidratante para pieles grasas inmediatamente después de la exfoliación.
Piel seca
Para quienes tienen la piel seca, es importante mantenerla hidratada, ya que el exceso de sequedad estimula la grasa. Haz la exfoliación recordando estos consejos:
- Puedes exfoliar una vez a la semana;
- Es esencial hidratar la piel después de la exfoliación.
Con la piel sensible
La piel sensible se puede irritar más facilidad. Entonces, es preciso tener mucho cuidado con el tipo de exfoliante para que no sea tan agresivo.
- Escoge un exfoliante con gránulos más pequeños y homogéneos;
- La exfoliación se puede hacer 1 vez por semana.
Piel normal y mixta
Estos tipos de piel tienden a ser más fáciles de cuidar, puesto que no sufren con excesos, ni de sequedad o grasa. Si es este tu caso, los consejos son los siguientes:
- Exfolia 1 o 2 veces por semana, según sea necesario.
- Puedes aplicar exfoliantes naturales o sintéticos;
- Si vas a comprar exfoliantes ya preparados, busca opciones con gránulos naturales, como semillas de albaricoque, arroz y sauce blanco, o sintéticos con cuarzo, ácido salicílico o ácido retinoico.
Cómo hacer un exfoliante casero para el rostro
Si no deseas comprar un exfoliante ya preparado en la farmacia, puedes hacer recetas caseras de exfoliante del rostro. La idea es utilizar ingredientes ligeramente granulados que cumplan el papel de la abrasión y se mezclen con algún ingrediente más líquido o cremoso para poder extenderse sin arañar la piel. Como exfoliante, puedes utilizar azúcar, harina de maíz, avena y café, por ejemplo. Conoce algunas recetas.
Miel, avena y azúcar
Esta es una receta muy popular. El azúcar y la avena se exfolian, mientras que la miel sirve para ayudar a extenderla y también para hidratar y nutrir la piel. La mezcla está hecha con 2 cucharadas de miel, 2 de azúcar y 1 de copos de avena finos.
Limón, harina de maíz y aceite de almendras
Esta es una buena receta para aquellos que tienen la piel grasa, incluso con aceite. La harina de maíz hará de exfoliante, el aceite hidratará y el limón eliminará el exceso de aceite, equilibrando el resultado. Para esta receta, mezcla 1 cucharada de harina de maíz fina, 1 de aceite esencial de almendras y 1 de jugo de limón recién exprimido. Haz esta exfoliación por la noche, porque si sales al sol con rastros de limón en la piel, puedes quemarte y mancharte.
Exfoliante de café
El café en polvo cumple el papel de exfoliante y también de antioxidante que ayudará en la renovación de las células. La receta es muy simple, solo necesita mezclar 1 cucharada de café molido con 1 cucharada de agua y aplicarla.
Paso a paso para aplicar el exfoliante del rostro
Cada tipo de piel tiene sus particularidades, pero la aplicación del exfoliante, ya sea una receta comprada o casera, es la misma para todos los casos. Sigue este paso a paso:
1. Aplica el producto sobre la piel húmeda haciendo movimientos circulares muy suaves y extendiendo el producto bien sobre el rostro y el cuello.
2. Haz estos movimientos con suavidad, pero utilizando una ligera presión, teniendo cuidado de no lastimarte. La exfoliación no puede causar molestias.
3. Cuando hayas terminado de exfoliar, puedes eliminar el producto al instante o dejarlo durante unos 3 minutos. Retira con agua corriente y, si lo prefieres, con un jabón suave o para tu tipo de piel.
4. Después de enjuagar, sécate la cara con una toalla limpia y da toquecitos, sin frotar.
5. Finalmente, aplica una crema hidratante para tu tipo de piel. Si sales al sol, no te olvides de aplicar un protector solar por encima cuando la crema hidratante se haya secado.
Importante: los datos expuestos en este artículo no remplazan a la opinión de un dermatólogo u otro profesional de la salud. Por lo tanto, antes de aplicar cualquier tipo de exfoliante, consulta con un médico cuál es el más adecuado para ti teniendo en cuenta tu tipo de piel y si eres alérgico a algún ingrediente.