¿Qué pasa cuando en una persona habitan dos enfermedades a la vez, y el medicamento para una compromete a la otra? Todos los medicamentos tienen efectos secundarios para la salud, y son muchas las veces en que los consumidores ni siquiera se detienen a leer las contraindicaciones, sin advertir los problemas potenciales que puedan estar ocasionando en su salud.
El peligro real es que esto ocurre en una sociedad que está acostumbrada, hoy por hoy, a tomar medicamentos con mayor frecuencia para tratar cualquier malestar, desde un simple dolor de cabeza hasta enfermedades que pueden ser fatales.
Si bien algunos medicamentos se usan puntualmente para aliviar síntomas de rápido alivio, otros constituyen tratamientos para enfermedades crónicas, que deben consumirse de forma permanente, como los antihipertensivos.
Los antihipertensivos: ¿hasta qué punto son adecuados?
Los antihipertensivos son medicamentos muy valorados debido a que permiten el control de la tensión arterial, cuyos altos niveles causan un número importante de muertes en el mundo, sea por ataques cardíacos o por derrames cerebrales.
Investigaciones recientes sugieren que los antihipertensivos pueden ser peligrosos para la salud, muy particularmente en los casos en que el paciente sufre de enfermedad arterial coronaria y diabetes tipo 2.
El estudio fue aplicado en una población de 50 personas afectadas por estas enfermedades. Para explicarlo mejor, me remitiré a la fuente original de esta información:
“Cada persona en el estudio recibió uno o más medicamentos para la presión arterial… en cualquier combinación requerida para lograr una presión arterial sistólica inferior a 130 mm Hg.
Los investigadores descubrieron que un control más estricto en los pacientes con presión arterial NO provocó mejores resultados. El grupo no controlado tuvo peores calificaciones, lo que no fue sorprendente. Pero el grupo cuya presión arterial sistólica estaba entre los 130 y 140 en realidad mostró un riesgo ligeramente menor de muerte que el grupo cuya presión arterial sistólica se mantuvo en el nivel recomendado—por debajo de los 130 mm Hg. Los autores señalaron”
De acuerdo con la interpretación del Dr. Mercola, de cuya página hemos extraído esta cita, los resultados de este estudio vendrían a sumarse a la lista de argumentos en contra del poder indiscriminado de las farmacéuticas y su enfoque investigativo, así como en contra del sistema médico comprometido con ellas. A todos ellos señala por causar muertes directa o indirectamente, bien por daños colaterales producidos por los medicamentos, o bien por errores en la medicación asignada a los pacientes.
¿Qué hacer?
Según el Dr. Mercola, en los casos de pacientes con hipertensión arterial que además sufren de diabetes tipo 2, los medicamentos antihipertensivos podrían ser sustituidos por un plan alimenticio específico para el paciente, lo que quiere decir que una alimentación baja en grasas, baja en granos y sin trigo podría ser la solución al problema.
Por ello, se recomienda un plan de vida que cumpla con los siguientes preceptos:
- Controlar el estrés.
- Practicar ejercicio.
- Sustituir carbohidratos por vegetales sin almidón.
- Dejar la cafeína.
- Comer alimentos fermentados. Esto implica no consumir ni carne ni leche de soya, ya que ninguna de las dos lleva proceso de fermentación. Una lista de alimentos fermentados a consumir puede ser: el queso (queso Edam y Gouda), el yogurt, el chucrut, el kéfir y el natto.
- Consumir vitamina D.
- Equilibrar los niveles de omega 6 y omega 3.
Para más información, consulte el siguiente vídeo los pasos que debe tomar para bajar la presión naturalmente :