¿Ya escuchó hablar de una hormona llamada Cortisol? ¡Vamos a presentársela! El Cortisol es un esteroide producido por dos glándulas supra-renales, localizadas en la parte superior de los riñones. Nuestro cuerpo generalmente libera esa hormona cuando enfrentamos algunas situaciones del día a día, como despertar muy temprano, hacer ejercicios o pasar por un momento de estrés intenso.
La función de esa hormona, es forzar el cuerpo a realizar sus funciones de manera equilibrada pero, cuando alcanza un nivel elevado en el organismo, puede surtir efecto sobre el peso, sobre el sistema inmunológico y genera la posibilidad de desencadenar enfermedades crónicas.
El Cortisol es conocido como la hormona de la lucha o del escape, pues en determinadas situaciones estresantes, cuando su cuerpo recibe una cascada de adrenalina, las glándulas liberan Cortisol, llenando su cuerpo de glucosa, como una inyección de energía inmediata.
Esta hormona estrecha sus arterias mientras que la adrenalina del cuerpo aumenta y eso hace que el organismo sea forzado a bombear la sangre mucho más rápido (elevando la frecuencia cardíaca). Después de que ese efecto pasa, usted se relaja y sigue su vida como lo hace normalmente, pero el peligro se encuentra justamente en esa agitación o estrés causado momentáneamente, lo que puede desencadenar daños importantes para su salud.
Consecuencias del exceso de Cortisol
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Desequilibrio del nivel de azúcar en la sangre
El Cortisol puede hasta ser causante de que usted sienta una energía extra en su cuerpo, pero eso es momentáneo. A largo plazo, esa hormona produce glucosa de forma constante, pudiendo causarle diabetes. Además de esto, el Cortisol puede hasta llegar a anular el efecto de la insulina, si el paciente con diabetes estuviera sufriendo un estrés agudo.
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Obesidad
Gracias al exceso de azúcar en la sangre, el Cortisol puede elevar el aumento de peso por encima de lo normal, debido a la acumulación de grasa visceral. Esa hormona, moviliza los triglicéridos de donde se encuentran y los reubica en las células de grasa visceral. Debido a las disfunciones de glucosa en el organismo, el cuerpo intenta compensar esa ausencia enviando al cerebro un aviso de hambre, lo que puede ocasionar excesos en la alimentación.
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Problemas en el sistema inmunológico
A pesar de que el Cortisol reduce las inflamaciones en el cuerpo, con el tiempo también disminuye las fuerzas del sistema inmunológico. La inflamación crónica causada por el estilo de vida estresante y basado en una mala alimentación promueve altos niveles de Cortisol, causando daños en el sistema inmunológico.
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Problemas gastrointestinales
En un cuerpo muy estresado, inundado por Cortisol, la digestión de los alimentos y la absorción de los líquidos se ven comprometidos. Las consecuencias de esto pueden ser: indigestiones, ardor estomacal, gastritis, inflamaciones en la mucosa del estómago, úlceras, síndrome del intestino irritable, reflujo, etc.
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Enfermedades cardiovasculares
Como fue mencionado inicialmente, el Cortisol contrae los vasos sanguíneos, aumentando la presión arterial para que la sangre pueda ser bombeada de forma correcta. Con el tiempo, esa contracción arterial puede causar serios daños a los vasos sanguíneos, además de ocasionar acumulación de bacterias. Creando el escenario perfecto para un ataque cardíaco.
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Disminución de la fertilidad
Debido al alto nivel de estrés y a la producción de Cortisol, el cuerpo puede responder con disfunciones de erección o interrupciones de la ovulación y los ciclos menstruales.
Además de todos estos males que le presentamos, el Cortisol también puede desencadenar problemas como insomnio, fatiga crónica, problemas de tiroides, depresión y hasta demencia.Es extremadamente importante que usted no permita que el estrés tome cuenta de sus días.
Consulte a un médico en el caso que de que sufra alguno de estos males e investigue profundamente la causa de la enfermedad.
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