No todas las mujeres están siempre listas para tener relaciones sexuales, como es más común en los hombres. De hecho, la mayoría de las mujeres necesitan sentirse bien resueltas, tranquilas, saludables y bonitas para poder tener un desempeño satisfactorio en la cama.
Incluso cuando la relación con la pareja está genial, hay mucho amor y pasión, existen días en los que es bienvenido un estímulo extra para abrir el apetito sexual y mantenerlo hasta el final. Conoce, a seguir, algunas opciones naturales de estimulantes sexuales femeninos para probar.
Estimulante sexual femenino natural
Puedes preparar tés con estas plantas y tomarlo templado o frío en tu día a día. No tienes que dejarlo solo para cuando planeas tener relaciones sexuales, especialmente, porque lo mejor es cuando ocurre como consecuencia del deseo, de forma inesperada. Antes de consumir cualquiera de estas plantas, consulta a un médico si son aptas para tu organismo y averigua así si tiene alguna restricción, como un problema de salud que pueda generar efectos secundarios al ingerirlas.
Clavo, canela y marapuama
Estas tres especias son afrodisíacas. Las mismas aumentan el flujo sanguíneo en la región genital, incluido el aumento de la lubricación. También hacen que el cuerpo responda mejor al despertar del deseo sexual a través de las hormonas.
Catuaba y tribulus
Este es una fórmula antigua conocida por muchos. Sin embargo, generalmente se recomienda para hombres. La catuaba aumenta la libido, dejando el cuerpo más receptivo a los estímulos sexuales.
Guaraná y taurina
Estas dos plantas funcionan incrementando la disposición del cuerpo, dándole más energía y vigor.
Ginseng
Esta planta tiene una acción estimulante sobre los órganos sexuales.
Ginkgo biloba
El ginkgo biloba es una planta que mejora la circulación sanguínea, aumenta la resistencia sexual y la sensibilidad en la zona genital.
¿Y si el estimulante no funciona?
El estimulante sexual femenino sirve para hacer aflorar el deseo y hacer más placentero el acto sexual. Pero, dependiendo de lo que esté causando la falta de ganas de tener relaciones sexuales o la falta de placer durante el mismo, es posible que el estimulante no se resuelva.
A veces, el problema radica en el debilitamiento de los músculos del suelo pélvico, lo que hace que la abertura vaginal esté más abierta. En ese caso, no habrá tanta sensibilidad en la penetración, ni para la mujer ni para el hombre.
Si una mujer toma ciertos medicamentos, es posible que tampoco tenga ganas de tener relaciones sexuales, ya que estos remedios inhiben la dopamina, la hormona del placer.
Otras veces, el problema es la menopausia, que es cuando una mujer produce menos hormonas testosterona y estrógeno, esenciales para la libido.
En cualquiera de estos casos, lo ideal es hablar con un ginecólogo para que sugiera opciones como ejercicios de kegel u otras fortalezas, cambios de medicación o anticonceptivos.
No siempre es el ginecólogo quien ayudará a solucionar el problema. Puede ser que la causa sea emocional. Entonces, es el psicólogo quien te ayudará, o incluso una reorganización de la rutina para llevar tu vida con más tranquilidad y conseguir subir el ánimo.
