Cada vez más dependemos de nuestros teléfonos para todo. Aplicaciones como WhatsApp, por ejemplo, se han hecho fundamentales no solo para mantenernos en comunicación con nuestras amistades, sino para circular todo tipo de informaciones, chistes, vídeos, peticiones, etc.
Por lo mismo, no son pocas las cadenas supuestamente informativas que recibimos cuyo origen desconocemos y que, normalmente, refieren información engañosa. A este tipo de mensajes se les conoce como timo, bulos u hoax.
Estas cadenas son una amenaza constante sobre la privacidad de nuestros datos personales, y lamentablemente, la ingenuidad e ignorancia del público en general con respecto a la seguridad informática, hace a todos cómplices de la difusión de estas estafas.
Recientemente, la Policía Naciona de España ha advertido de la presencia de un nuevo timo difundido por nuestras redes sociales. Se conoce como el timo de la Coca-Cola. Se trata de una promoción engañosa donde se le dice a la gente que la Coca-Cola está regalando una nevera de edición especial con 24 latas del refresco.
Además de que ha sido desmentido por la Coca-Cola, la Policía advierte que es un auténtico peligro de seguridad informática caer en esta cadena en particular, así como en otras. Le mostramos aquí el contenido del Twit:
????Hoy toca phishing de @CocaCola_es#NOPIQUES, no es una promo oficial. Quieren tus datos, colarte malware o suscribirte a servicios premium. pic.twitter.com/zhkJNJL0fT
— Policía Nacional (@policia) 26 de septiembre de 2017
Un problema de seguridad personal
Así como en este caso, otras estafas se asocian a marcas conocidas y ofrecen supuestos concursos y premios a quienes ingresan a los enlaces o llaman a los números. El propio WhatsApp ha tenido que desmentir en más de una ocasión las cadenas con información falsa sobre su transformación a un servicio de mensajería pagado.
Otras cadenas ofrecen vacunas milagrosas contra el cáncer al alcance de la mano con solamente una llamada telefónica; también ofrecen números de farmacias en las que supuestamente hay medicamentos especiales, o números a los que podemos llamar para obtener supuesta información. Pero el caso es que muchas veces esto se trata de recursos para obtener datos personales de quienes muerden el señuelo, lo que propicia acciones criminales.
Algunas cadenas son inofensivas aparentemente, y las enviamos porque creemos que si no hacemos un bien, al menos no hacemos un daño. Las hay de muchos tipos: aquellas que envían una foto de una persona extraviada, un niño secuestrado, etc. Pero antes de reenviar estas cadenas, usted debe buscar información oficial que las respalde. Aunque no lo crea, hay gente interesada en rastrear su información personal a través de estos recursos.
¿A quién benefician las cadenas? Sin duda, a los estafadores. Pero también a criminales de hampa organizada, compañías de servicios de Internet (pues tenemos la ilusión de que como las redes no cobran, los mensajes nos cuestan), compañías de consumo eléctrico, empresas u organismos que quieren desacreditar a sus competidores (lo que pueden incluir a los políticos), y, en menor grado, a aquellos que quieren probarse a sí mismos y ver hasta dónde sus mensajes inventados pueden llegar, por lo que difunden información falsa y, muchas veces, angustiante.
Así que ya lo sabe. La seguridad de todos en su casa está en sus manos, literalmente: en ese “telefonito” en el que recibimos todo y lo reenviamos sin pensar en que puede tener consecuencias. ¡Piense siempre antes de reenviar la información! ¿Cuáles son las fuentes? ¿A quién beneficia la cadena? ¿A quién ayuda usted si la reenvía?
Para saber más sobre seguridad informática, vea el siguiente vídeo: