La estadounidense Kim Still es enfermera del Northside Hospital Gwinnett, situado en el estado de Georgia. Al descubrir que su paciente anciano, enfermo terminal, dejaba solo a un perro, el enfermero lo adoptó. Pero, no era tan sencillo.
En julio de 2022, Kim fue enviada a cuidar a un paciente anciano con una enfermedad terminal, y eso no es una tarea fácil.
Hablando con la anciana, Kim se dio cuenta de su preocupación por la vida de su cachorro Jax, al que dejaba solo al no tener familia con la que dejarlo.
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Pero, aunque entendía la situación, Kim no podía quedarse con el perro, ya que no era pariente de la anciana.
Por ello, el cachorro fue enviado a vivir con unos parientes de la anciana a los que, de hecho, ella no elegiría para cuidarlo.
Pronto quedó claro por qué. La familia no quería al pequeño Jax y lo envió a un refugio.
Kim descubrió lo que esa familia había hecho, abandonando a Jax a su suerte. Así que fue al refugio porque sintió que tenía que hacer algo al respecto.
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La enfermera adoptó al perro, que fue a vivir a su casa junto con otro perro de la familia, donde recibiría mucho amor.
Por su actitud de empatía y amor a los demás, Kim recibió el Premio Daisy, “por la extraordinaria compasión de sus compañeros de trabajo en el hospital por su conmovedor gesto”.
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Su acto, de adoptar al perro, mostró compasión no sólo por el paciente, sino también por el animal.
Nunca me libraré de él. Es uno de los perros más cariñosos que existen”, dijo Kim.
Fuente: ABC Nhttps://abc7chicago.com/ews
