Cada persona tiene su propia forma de hacer las cosas. Pero, a pesar de eso, a veces algunas de estas pueden no ser las más adecuadas. A la hora de limpiar la cocina, ocurre lo mismo. Hay algunas costumbres que pueden no ser una buena opción. Conoce cuáles son y evite hacerlas de nuevo.
No prevenir la contaminación
Para evitar la contaminación cruzada, debes organizar los espacios de tu cocina de forma inteligente. La tabla de cortar y el cuchillo que usarás para los vegetales no pueden ser los mismos que para la carne o el pescado. Asimismo, se limpiarán por separado y se usarán en diferentes lugares. ¿Haces todo junto y con los mismos utensilios? ¡Si es así, es hora de que reflexiones sobre ello!
Limpiar el horno rara vez
Por más que no lo uses mucho en tu día a día, el horno también acumula grasa y gérmenes. Por lo tanto, lo debes limpiar una vez al mes. Esto evitará que se creen costras de suciedad y también ese mal olor que nadie quiere tener en la cocina.
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No usar productos específicos para el acero
Las neveras, fogones, estantes y electrodomésticos de acero inoxidable deben limpiarse de manera correcta. Si los lavas solo con jabón, lo más probable es que queden manchados y sin brillo. Por lo tanto, después de limpiarlos, si es necesario, pasa agua tibia y vinagre, y luego seca con un paño de microfibra. ¡Quedarán como nuevos!
Barrer el piso mientras cocinas
¿Has terminado de poner la comida al fuego y quieres darle una pasada general a la cocina? Está todo bien. Lo único que no puedes barrer mientras cocinas. Esto se debe a que la escoba hace que el polvo y los gérmenes del suelo se suspendan en el aire, cayendo en seguida en los alimentos. En cambio, si “barres” con un paño húmedo, estarás evitando este problema.
Usar la misma esponja para todo
¿Sueles lavar sartenes y vasos con la misma esponja vegetal? Peor aún, ¿la pila de la cocina también? Pues debes saber que es importante tener una para cada función. Así, evitarás la contaminación y el reprocesamiento. Reserva una sola para platos, vasos y cubiertos, otro para ollas con una esponja de acero y otro para lavar el fregadero, el grifo y los azulejos del entorno.
Estas son cosas simples, que muchas personas terminan sin darse cuenta, pero son errores, y los repiten día a día. Pero con estos consejos, no solo mejorarás aún más tus actividades, sino que también podrás ayudar a tus seres queridos al compartir este artículo con ellos.
