A los 27 años y ya madre de dos hijos, una mujer ingresó en el Hospital Irmã Dulce en Praia Grande, São Paulo, Brasil, el 20 de marzo, con la placenta rota. Estaba embarazada de 7 meses y después de ser atendida, fue enviada a casa con un pañal debido a la pérdida de líquidos. Tiempo después, su bebé falleció sin posibilidad de nacer.
Entiende qué fue lo que pasó
La mujer embarazada sintió dolor en su casa y notó la ruptura de la bolsa, con pérdida del líquido. Inmediatamente fue al Hospital Sister Dulce para recibir atención en urgencias, ya que el bebé tenía solo siete meses, por lo que era considerado un parto de riesgo.
Al llegar, la examinaron y el médico confirmó que no tenía suficiente dilatación para el parto, pero que el bebé estaba muy bien. Según las directrices del Ministerio de Salud de Brasil, ella tenía 24 horas para empezar el trabajo de parto natural, debiendo, después de dicho periodo, ser derivada a un hospital preparado para realizar una cesárea.
Pero lo que pasó fue s que se quedó del 20 al 22 de marzo en el hospital, hasta fue dada de alta y enviada a casa. Las recomendaciones fueron usar un pañal para contener la pérdida de líquido y volver solo cuando tuviese dolores de parto.
En la madrugada del 23, regresó al hospital con contracciones. Fue entonces cuando esperó más de 8 horas para iniciar el trabajo el parto y, a las 10 de la mañana, dio a luz a su hijo ya sin vida. Después de que se extrajo la placenta y se completaron los procedimientos, todavía tuvo que quedarse ingresada en el hospital unos días.
Un miembro de la familia que aceptó hablar con la prensa y afirmó: “Es repugnante, la familia está devastada, acabamos de perder un bebé. Y cada uno da una excusa y se contradice. El mismo médico incluso dijo que el bebé estaba bien en los primero primeros exámenes. Ahora dice que estuvo muerto durante dos días”.
La pérdida de un hijo es algo realmente terrible, incluso peor cuando para sus dos hermanos pequeños, uno de 5 y 7 años. En un arrebato, un miembro de la familia comentó: “¿Y cómo les decimos que su hermano pequeño murió? Es muy triste”.
El personal del hospital afirmó en un comunicado de prensa que la mujer embarazada “recibió toda la asistencia necesaria en su caso, y que se le realizaron todos los exámenes indicados, incluyendo ultrasonido Doppler y cardiotocografía fetal, con todos los resultados de las pruebas sin alteraciones y el bebé y la gestante estaban en buen estado de salud”.
La repercusión
El caso está generando mucha discusión sobre las pautas del Ministerio de Salud de Brasil, el cual fomentan el parto natural a toda costa, y puede ser mal interpretado y conducido por equipos sin preparación y sin recursos, físicos o sociales.
De acuerdo el Ministerio de Salud brasileño, se ha invertido mucho en fomentar el parto natural, ya que el país ha experimentado una epidemia de cesáreas, que representan el 55% de todos los nacimientos en general. Cuando se habla de sistemas de salud privados, la tasa alcanza el 84,6%.
Con esto, las directrices apuntan a una estandarización de las acciones de los médicos durante el monitoreo del embarazo y el trabajo de parto, que muestran cuándo o no realizar una cesárea y cómo realizar un parto natural.
De acuerdo con estas pautas, cuando ocurre la ruptura de la membrana en embarazos prematuros, como con la mujer embarazada que perdió a su bebé, el equipo debe hablar con ella y explicarle que el parto comenzará dentro de las próximas 24 horas, como mucho, cuando el riesgo de infección del bebé es más grande que aquellos que aún no han roto la bolsa.
Mientras tanto, la mujer embarazada debe esperar en el hospital, midiéndose la temperatura cada 4 horas y observando el color y el olor de los líquidos que se expulsan en el proceso. También se debe tener en cuenta el movimiento fetal y la frecuencia cardíaca del bebé.
La directriz para los prematuros concluye: “Si el trabajo de parto no comienza dentro de las 24 horas posteriores a la ruptura temprana de las membranas, se debe aconsejar a las mujeres que den a luz en un hospital de maternidad con servicio de neonatología”, o sea, una cesárea.