James Dempsey, un veterano de la Segunda Guerra Mundial de casi 90 años, llevaba al menos cinco años viviendo en un centro de adultos mayores de Atlanta, Georgia. Las enfermeras del centro eran un poco frías y ya el último año los familiares de James estaban notando que ocurrían situaciones extrañas, por lo que tomaron medidas.
El hijo mayor de James colocó una cámara oculta en la habitación de su padre, de tal forma que al revisar la cinta pudiese notar si le estaban brindando los cuidados que necesitaba, pero jamás imaginó que ocurriría lo peor.
No entendemos como una profesional de la salud pudo haber sido capaz de ser tan indolente.
James sufrió de asfixia a las 4:34 de la madrugada, por lo que de forma desesperada apretó el botón de emergencia para solicitar la ayuda de las enfermeras, pero no fue si no casi 10 minutos después que la enfermera se acercó a la habitación.
El anciano continuaba presentando dificultad para respirar, pero la enfermera sólo lo reposiciona y apaga la señal de emergencia. James continuaba sufriendo su agonía, hasta que una hora después murió. Cuando las enfermeras notaron lo ocurrido intentaron resucitarlo unas pocas veces entre risas.
Las enfermeras indicaron que la muerte del hombre había sido inmediata y que habían hecho todo lo posible para salvarlo, pero gracias a la cámara que había instalado el hijo de James se podía demostrar lo contrario. El caso se encuentra en tribunales, esperando que el juzgado dicte la sentencia, por el momento se sabe que les fue retirada su licencia para siempre, pero sabemos que mínimo deben enfrentar una condena.
Las estadísticas afirman que en el mundo ocurren más de 250.000 muertes por negligencia anualmente. ¡No puede seguir ocurriendo!
ADVERTENCIA: Las siguientes imágenes pueden herir susceptibilidades. A continuación le invitamos a ver el video donde se presenta la terrible agonía de James junto con el testimonio de la enfermera:
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