La ciencia ha permitido tener hijos sin que las mujeres sean engendradas con el método natural. Con uno de los métodos asistidos fue como Jessica Share se quedó embarazada de sus descendientes. Pero la vida le tenía preparada una sorpresa ya que se enamoró del donante de esperma anónimo años después.
11 Años después, se enamoró del donante de esperma anónimo que engendró a sus dos hijas
En el año 2005, Jessica Share y su ahora ex esposa decidieron formar una familia. Para lograrlo, optaron por recurrir a un banco de esperma. Luego de inseminarse, aguardaron nueve meses y le dieron la bienvenida a su primera hija, Alice.
Un tiempo más tarde, las dos mujeres coincidieron en que sería bueno agrandar la familia. Fue entonces cuando llamaron al mismo donante. Éstas repitieron el mismo proceso y nueve meses más tarde, en este caso la ex esposa de Jessica, dio a luz a una segunda hija.
Sin embargo, tres años después, luego de que la pareja decidiera separarse, la hija mayor comenzó a preguntarse sobre su ascendencia. Tal era la obsesión por encontrar a su padre biológico que, para su cumpleaños número 11, le pidió a su abuela un kit de ADN.
La búsqueda del donante
Con los resultados en mano y con los pocos datos que tenían sobre el padre biológico de su hija, Jessica inició, a través de las redes sociales, la búsqueda de aquel donante de esperma. No fue una tarea fácil. Había demasiadas personas que figuraban con el nombre del ‘padre’ de Alice: Aaron Long.
Cuando por fin hallaron al donante, Jessica y su familia notaron la extraordinaria similitud entre Aaron y su hija. Eran inconfundibles.
Inmediatamente le escribió al donante para ofrecerle intercambiar fotos familiares. Tras mantener distintas conversaciones por Internet, Alice conoció a su padre biológico. Lo hizo en una fiesta que el propio Aaron Long organizó bajo el nombre “Conoce a mis hijos”, para que los sus hijos, padres y amigos se reunieran. El plan fue maravilloso y todos lo pasaron genial. De hecho, cuando Alice y Aaron se encontraron cara a cara por primera vez, la atracción fue instantánea.
Asimismo, ocurrió un hecho destacable. La mujer estadounidense de 42 años se enamoró del donante de esperma anónimo que le permitió ser madre.
La vida de Jessica, sus hijos y Aaron ha dado un giro. La mujer que quedó devastada por el divorcio con su ex esposa, ahora vive felizmente junto al padre biológico de su primera hija, en Seattle.
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