Menu

Dijo estar embarazada de quintillizos, pero se escondía otra realidad

Algo inesperado ocurrió en la semana 36

Pub

Como es lógico en una pareja que ha decidido emprender una vida común, Paul Servat y Barbara Bienvenue querían tener un bebé. Ellos se habían conocido por Internet un año antes de casarse y ansiaban formas una familia.

¡Imagine usted la alegría de Paul cuando se enteró de que Barbara estaba embarazada, y no un embarazo simple, sino de quintillizos. La emoción era, quizá, tan grande como el susto, porque económicamente no es nada fácil asumir la crianza de 5 bebés.

La noticia se viralizó muy pronto. Comenzaron a recibir mucha ayuda de sus conocidos, y crearon un fondo en el que recibieron donaciones. Pero algo inesperado ocurrió.

Pub

Al cumplir las 36 semanas de embarazo, Paul llevó a Barbara a la clínica para dar a luz, solo que Barbara NO estaba embarazada.

¡¿Cómo es posible esto, si hasta barriga tenía?! Pues no se trata de que Barbara haya mentido exactamente.

Ella sufre de un mal muy común en la antigüedad llamado “pseudociesis”, es decir, un embarazo psicológico. Se le conoce también como embarazo imaginario o síndrome de Rapunzel. Este mal era muy común en la antigüedad debido a la presión psicológica que recibía la mujer para ser madre, ya que una mujer sin hijos era considerada inútil.

Pub

La alteración psicológica por el deseo es tan fuerte, que estimula al hipotálamo, y este cambia sus patrones de producción hormonal. En consecuencia, la mujer sufre verdaderamente los síntomas de un embarazo, tales como interrupción del período, náuseas, ensanchamiento abdominal, etc.

La noticia devastó a Paul, que además tuvo que pasar por una situación vergonzosa al develar la “mentira”. Paul ha ido devolviendo cada cosa, cada donación y cada centavo. Y por supuesto, la relación ha terminado en un divorcio.

Pub

Esta no es precisamente una historia feliz, pero sí es una historia que nos lleva a tomar conciencia sobre la importancia de acudir al médico tan pronto algo esté fuera de lo normal, así ese “fuera de los normal” sea algo maravilloso como un bebé en gestación.

Si para Paul esto fue un trauma, imagine usted parea Barbara. Saber que ella misma vivió un espejismo de 36 semanas es devastador. Aunque hay que decir que, según un familiar de Barbara, no era la primera vez que le pasaba.

Queremos llegar a más gente, y hacerles saber que situaciones como estas pueden pasar, pero podemos evitar más dolor innecesario. Por eso, le pedimos que nos haga un favor: ¡comparta este artículo con sus amistades! Solo le tomará un segundo, y puede ser que ayude a alguien a procesar mejor sus expectativas y relaciones.

Pub

Leave a Reply

Salir de la versión móvil