La galaxia es un mundo mágico del cual aún quedan muchas cosas por descubrir. Una de las intrigas que se presentan en la actualidad es saber cómo podría ser el siguiente supercontinente de la Tierra. Hay que destacar que cuando se habla de supercontinente se hace mención a las masas terrestres creadas por múltiples continentes.
El próximo supercontinente de la Tierra
Antes de explicar cómo podría ser el siguiente supercontinente de la Tierra, se debe decir que hace cerca de 200 millones de años el supercontinente de Pangea se fraccionó, dando lugar a la formación de los continentes que existen en la actualidad en la Tierra, los cuales están separados por amplios océanos.
Estas poderosas masas de tierra no permanecerán de la manera que están en la actualidad de por vida, dado que otro supercontinente podría decorar el planeta de aquí a unos años. Para ser más exactos, en cerca de 200 millones de años. Luego, se está hablando de una configuración que es mutable.
Se debe tener en cuenta que los continentes están asentados sobre placas tectónicas, es decir, sobre losas de corteza que flotan por encima del manto terrestre. El manto trabaja como si fuera un cacerola de agua hirviendo, mientras que las losas de corteza que se van enfriando se sumergen en las áreas de subducción hasta el fondo del manto. Dicho flujo se conoce como convección del manto e impulsa los movimientos de las placas continentales durante millones de años, así como el ensamblaje que se produce de manea eventual en los supercontinentes.
De acuerdo con la opinión de los investigadores, los supercontinentes se crean en ciclos regulares, los cuales ocurren una vez cada 600 millones de años. Luego, de ahí que se tenga la previsión de que en cerca de 200 años se formará la próxima masa terrestre gigante, de la misma manera que pasó con Columbia o Pangea.
Pangea es el supercontinente más reciente, el cual existió hace unos 300 a 200 millones de años. En este estaba incluida lo que a día de hoy es el continente africano, América del Norte y América del Sur y Europa. Rodinia es el supercontinente que precede a Pangea, y existió desde hace 900 a 700 millones de años. Por su parte, Nuna se creó hace 1.600 millones de años y se dividió hace 1.400 millones de años.
Mirando al futuro
Teniendo en cuenta los datos que se saben, cabe la posibilidad de que sucedan dos escenarios diferentes, dado que es muy difícil vislumbrar cómo se vería el siguiente supercontinente.
Por un lado, puede pasar que todos los continentes avancen hacia el hemisferio norte (Amasia) y que la Antártida quede sola en la zona del hemisferio sur. La otra hipótesis es que se forme un supercontinente alrededor del ecuador, el cual se expandirá en dirección a los hemisferios sur y norte (Aurica).
En el momento en el que Pangea se partió, hace unos 175 millones de años, se creó el Anillo de Fuego, o sea, un conjunto de zonas de subducción por todo el perímetro del Océano Pacífico, el cual alimenta terremotos y volcanes. Algunos de estos continentes ya se han juntado para formar el megacontinente que existe a día de hoy (Eurasia), y se ha encontrado con el Anillo de Fuego, es decir, con el cinto de subducción de esta era. En el momento en el que Eurasia se mueva de manera lateral por lo largo del Anillo de Fuego, este impactará con las Américas. De este choque se creará un nuevo supercontinente de aquí a unos 50 a 200 millones de años.
Consecuencias para el planeta
En los dos modelos explicados, la consecuencia será un drástico cambio en el clima global del planeta, ya que las temperaturas serán más frescas. Luego, se puede imaginar que se produzca una congelación profunda como no ha ocurrido en el pasado de la Tierra. Esta podría tener una duración de 100 millones de años, como mínimo. Esta suposición ya la vaticinaron los científicos de la Universidad de Columbia.
Por culpa de esta hipótesis conocida como Amasia, el planeta estará en una Edad de Hielo. Consecuentemente, la biodiversidad que sustenta las partes como las tierras bajas tropicales desaparecerá. No obstante, cabe la posibilidad de que aparezcan nuevas especies, las que se amoldarán para sobrevivir en una atmósfera excesivamente fría, tal y como ocurrió en el pasado en otras edades de hielo que tuvieron lugar.
En el caso de que se creara el supercontinente Aurica, el desenlace sería bien diferente. La tierra embebería la luz solar de esta región, lo que desembocaría en temperaturas más altas. Luego, la ausencia de casquetes polares, los cuales plasman el calor de la atmósfera en la tierra, sería mayor.
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Fuente: Muy interesante
Puedes conocer más datos sobre los supercontinentes en el siguiente material audiovisual.