Lamentablemente, por factores sociales como la cultura, crianza, prejuicios mentales y emocionales e incluso la ignorancia, se cree y difunde que las palabras cariñosas son impropias o advierten una personalidad débil. Nada más lejos de la realidad, pues conocer el poder curativo de las palabras cariñosas nos hace más fuertes.
Las palabras cariñosas fomentan el éxito
Generalmente se cree que las palabras cariñosas deben quedar relegadas al ámbito familiar, aunque tristemente a veces hasta en el hogar se anulan. Sin embargo, ya se sabe y reconoce que el uso adecuado de las palabras cariñosas marca una gran diferencia entre el éxito y el fracaso personal y profesional. Y por supuesto que la crítica constructiva es necesaria para crecer y mejorar personal o socialmente; aun así, la crítica repetitiva y severa simplemente daña.
Un verdadero líder es asertivo y exitoso si posee la capacidad de motivarse y motivar a los que están a su cargo con palabras cariñosas. Pues, como dice un proverbio antiguo “nadie es monedita de oro para caerle bien a todos”; pero quien domina el poder curativo de las palabras cariñosas posee conocimiento y habilidad. De lo contrario, su forma de manejar los conflictos personales, sociales y profesionales será agresiva, intolerante, dañina o evasiva.
¿Cuál es el poder de las palabras cariñosas?
Decirte frente al espejo “lo estoy haciendo excelente” o tener el coraje de decirte compasivamente “tengo que mejorar en tal asunto” te puede dar toda la motivación que requieras para seguir adelante hasta alcanzar tus metas. Decirle a alguien especial “te extraño” o “eres importante para mí” quizás sea la diferencia entre ser felices o no. Y comentarle algo positivo que observas en cierta persona puede mostrar tu gran fortaleza.
Además, decirle a tu equipo de trabajo “unidos y dando al máximo nuestro potencial podemos lograrlo” proporciona la energía extra para obtener un objetivo beneficioso para todos. Está en tus manos utilizar adecuadamente las palabras cariñosas para fortalecerte y motivarte o para inspirar valor, determinación y entusiasmo en quienes te rodean. Seguro será el mejor aliciente para fomentar el cambio donde se requiera.Así que, no les tengas miedo ni te sientas incómodo ante el gran poder curativo de las palabras cariñosas. Recuerda que nutren, sanan, fortalecen, motivan y curan el alma.