El limón es un gran alimento para ayudar a regular la acidez en el organismo, todo esto debido al ácido cítrico que actúa como un alcalinizante natural.
Básicamente, el limón es el detergente adecuado para la limpieza del organismo, eliminando las impurezas y toxinas responsables de las fallas que ocurren en los órganos del sistema digestivo.
Asimismo, ayuda a destruir la grasa y activar el metabolismo. Todo esto contribuye a mejorar la digestión y la figura.
¿Tu organismo necesita una limpieza? Este es el método correcto.
Régimen con sabor a limón
Adopta esta dieta y dale a tu organismo la oportunidad de experimentar todas estas cosas buenas que el limón tiene para ofrecerte. Para obtener mejores resultados, también tendrás que comer adecuadamente, sin abusar de la cantidad de comida que pones en el plato.
La cantidad no es la calidad. Por lo tanto, apuesta por una alimentación cuidada que garantice a tu cuerpo todos los nutrientes necesarios.
Sigue estos pasos para hacer dieta con limón
1. Bebe el zumo de un limón sin agregarle azúcar tan pronto como te despiertes ya que tendrás que estar en ayunas.
2. Durante los siguientes 10 días, repite el proceso, pero siempre añadiendo un limón más. Esto significa que el décimo día de tratamiento beberás el zumo con 10 limones.
3. A partir de ahí, tendrás que hacer lo contrario, reduciendo un limón por día. En el último día, por lo tanto, tomarás sólo un jugo de 1 limón.
4. Como el limón es muy ácido, se recomienda que tomes el zumo con una pajita.
5. Después de tomar el jugo, no comas durante otra media hora.
Es importante tener prestar atención y entender cómo reacciona tu organismo durante este régimen. Si notas que no estás reaccionando bien, detenlo.
Deja que todo vuelva a la normalidad e intente reanudar el tratamiento bebiendo el jugo de 2 limones al día durante 1 mes y 10 días. Esta versión en principio será menos agresiva.
¿Bebes agua de limón todos los días? ¿Tienes que bajar de peso? ¿Qué beneficios tiene el limón para ti? ¡Comenta este artículo!
Advertencia: Recuerda que los datos expuestos en este artículo no substituyen a la consulta con un médico. Por lo tanto, ante cualquier duda, es mejor que visites a un especialista antes de iniciar el tratamiento.