La idea del romance de época, en el que el hombre y la mujer se vuelven uno, teniendo que compartir cada momento para tener intimidad ya no es una realidad. Hay momentos en que, para algunas parejas, lo ideal es mantener su propio espacio. Uno de esos momentos es a la hora de dormir, cuando compartir la cama se convierte en un sacrificio.
A veces, uno duerme bien y el otro no, a veces ambos sufren. Claro que esto no se aplica a las parejas que duermen muy bien juntas.
Los problemas pueden ser muchos, ya sea debido a los ronquidos, movimientos frecuentes, hábitos nocturnos o incluso a la rutina antes de acostarse (como usar el móvil, mirar la televisión o leer). Esto termina generando mucho desgaste en la pareja, que termina cansada, enfadada e impaciente con su pareja. Esto acaba causando una mala noche de sueño.
La solución podría ser cambiar los hábitos o tratamientos para la agitación nocturna y el insomnio. Si no son opciones interesantes, el cambio de habitación puede ser una opción, dando más espacio a cada uno. Cada vez más, la individualidad se ha considerado dentro de las relaciones, con respecto a los límites, gustos y aversiones de la otra persona.
Beneficios de dormir en cuartos separados
Además de tener beneficios, es importante prestar atención a un punto que podría ser negativo. Si la separación de cuartos no es un consenso en la pareja, puede convertirse en un motivo de discusión a largo plazo. Por eso, el proceso de transición debe basarse en el diálogo y el respeto, en el límite y la individualidad de cada uno.
Ruido
Muchas peleas ocurren por causa de la televisión, videos del móvil o incluso una canción que el otro quiere escuchar antes de acostarse. Además de eso, nada de roncar alto durante la noche para interrumpir el sueño ya ligero. No se menciona la alarma que insiste en sonar a las 4:30 a.m., ya que se sabe que la siesta durará una hora más.
Poder controlar el nivel de ruido de la habitación es una de las grandes ventajas de dormir en cuartos separados. Si eres del tipo que no consigues desconectar y necesitas el ruido para dormir, genial. Si eres alguien que necesitas silencio absoluto, incluso puedes decorar las paredes con protección acústica y disfrutar del sueño de los justos.
Luminosidad
De la misma forma que cada uno tiene su estándar para el nivel de ruido, la luminosidad es absolutamente particular. Hay quienes les gusta dormir en el tono más profundo, donde no hay forma de distinguir los ojos cerrados de los abiertos. Otros están satisfechos con una brecha en la cortina o, quién sabe, incluso una luz de apoyo encendida.
Al estar en una habitación propia, la luminosidad se puede convertir exactamente en lo que favorece tu sueño. Esto asegura una noche más tranquila, más fácil para conciliar el sueño y, por supuesto, un mejor estado de humor al día siguiente.
Movimiento
De acuerdo, no se puede negar que siempre hay uno que parece estar en la escuela de samba por la noche. No hay sábana que se quede sobre el colchón, por grande y perfecto que sea. El gran problema es que estas personas patean y arrojan sus piernas y brazos sobre su pareja, no siempre con delicadeza.
Esto sin contar que acaban envolviéndose en la sábana compartida, dejando al compañero desprevenido apretado en su rincón de la cama, con frío y dolores musculares. En ese caso, tal vez una habitación o simplemente una cama separada es ideal. La salud emocional y física lo agradecerán.
Temperatura
Esto es casi un caso de guerra durante el día. Uno quiere aire encendido, el otro se muere de frío. Luego tienes que usar una manta durante el verano, mientras puedes dormir más tranquilo. ¿Conoces esta historia? Es más común de lo que imaginas.
Ser capaz de ajustar la temperatura a algo que proporcione comodidad y una noche de sueño completo hace toda la diferencia. Las quejas terminan durante el día, y por la noche, además de garantizar mejores noches de sueño.
Intimidad
Algunos dicen que la intimidad se reduce cuando la pareja separa los cuartos, pero en realidad no es así. Lo que sucede es que, como están separados toda la noche, se prestarán más atención durante las horas que estén despiertos durante el día. Esto termina fortaleciendo el vínculo e incluso calentando la relación.
Claro que cada caso es único y debe ser discutido con cariño y empatía por la pareja. Cada decisión debe tomarse en conjunto. Esta es una medida interesante para resolver varios problemas, pero hay otros. Como siempre, el diálogo debe ser la base de todo.
