Una de las enfermedades más terribles para los hombres es el cáncer de próstata. Las campañas de prevención e información son los mayores aliados contra este mal.
No obstante, hay otras enfermedades que también pueden afectar la próstata y que son igualmente terribles, como la prostatitis, causada por la inflamación de la próstata.
Algunos estudios indican que, a lo largo de la vida, aproximadamente el 10% de la población masculina tiene, al menos, un episodio de síntomas sugestivos de prostatitis.
La próstata es una glándula situada entre la vejiga y la pelvis, siendo atravesada por la parte inicial de la uretra (canal a través del cual pasa la orina). Esta es responsable de producir parte del líquido que forma el esperma.
Cuando se inflama, este órgano se inflama y acaba impidiendo que la orina salga de la vejiga y llegue al pene. Esta inflamación es muy dolorosa.
Pero hay algunas formas naturales de combatir el problema.
Pimentón
Rico en vitamina C, evita la expansión innecesaria de la próstata en razón al proceso infeccioso.
Calabaza y naranja
Durante 2 meses, bate en la licuadora 2 cucharadas soperas de calabaza rallada con 1 vaso de zumo de naranja y bébelo 2 veces al día.
Semillas de calabaza
Pasa las semillas secas en una licuadora hasta que se conviertan en polvo y rocíalo en la ensalada u otras comidas. Son excelentes para la salud de la próstata.
Aguacate
Rico en betassitosterol, este ayuda al sistema urinario y fortalece el sistema inmunológico, disminuyendo cualquier inflamación y dolor en la próstata.
Zanahoria
Come muchas zanahorias porque son ricas en nutrientes que ayudarán a tu cuerpo a recuperarse de las infecciones.
Jengibre
Es rico en potasio, magnesio, vitaminas A, B, C y E, y posee sustancias antioxidantes que servirán para proteger la próstata.
Atención: los consejos de este site no remplazan la consulta con un médico. Es fundamental que realices visitas periódicas a tu doctor para poder hacerte pruebas y así poder detectar cualquier problema a tiempo. Asimismo, antes de introducir cualquier alimento en tu dieta, habla primero con un profesional para asegurarte que es el adecuado en tu cuadro clínico.