En la publicación de la colecta, ella cuenta cómo todo ocurrió muy rápido. Primero, estaba experimentando un dolor intenso en la espalda y el abdomen, como lo había hecho cundo padeció de cálculos renales la otra vez. Entonces pensó que era la razón del dolor y corrió al hospital. Según Dannette, “tenía tanto dolor que todo lo que podía hacer era acostarme en la cama y llorar. Me dolía moverme e incluso respirar”.
Al llegar a la sala de emergencias, se le realizó una prueba de orina que mostró lo increíble: ¡estaba embarazada! Intentaron escuchar el pequeño corazón del bebé y allí, de hecho, había posibilidades de ser más de uno (¡o trillizos!). Fue entonces cuando Dannette fue llevada de urgencia a otro hospital porque ya estaba dilatada 4 centímetros.
Cuando llegó allí, medía 6 centímetros y fue directamente a la sala de partos. Primero nació uno de los niños, seguido de la niña. Como si eso no fuera suficiente, apareció un tercer niño y cerró la cuenta. Lo más sorprendente es que nunca sintió movimiento o náuseas durante el embarazo, ahora tiene dos niñas y tres niños en su hermosa familia.