Las hormonas son sustancias segregadas por las glándulas que tienen la función de regular los procesos bioquímicos del organismo. Desde el crecimiento hasta la presión arterial, pasando por el control del azúcar, la habilidad de estar alerta, salivar o caer en un sueño profundo. Innumerables funciones del cuerpo son reguladas con estas sustancias, por lo que un desequilibrio hormonal puede traer serios problemas. Aquí se presentan los principales síntomas y tratamientos.
16 Síntomas del desequilibrio hormonal que debes conocer
Las causas del desequilibrio pueden ser muy variadas. Enfermedades, tratamientos médicos, malos hábitos de sueño o alimentación, embarazo o menopausia, entre muchas otras cosas. Sin embargo, todas ellas se manifiestan en síntomas bastante documentados. A continuación, una lista con síntomas comunes de desequilibrio hormonal.
Sensación repentina de frío o calor
Una de las funciones del hipotálamo es regular la temperatura corporal. Si recibe señales contradictorias debido a alteraciones en los niveles de estrógeno, por ejemplo, la persona puede experimentar calor o frío excesivo. Esto es frecuente entre mujeres que atraviesan la menopausia.
Sudoración excesiva
Como las hormonas son las encargadas de controlar la temperatura corporal, en el caso de estar padeciendo un desequilibrio hormonal, la persona tiende a sudar de manera excesiva.
Cambios de peso
Si se gana o se pierde peso de manera incontrolable y sin relación con los hábitos alimenticios, podría tratarse de un desequilibrio hormonal. Niveles altos de estrógeno, bajos de progesterona o problemas con la tiroide pueden ser la causa de los cambios de peso.
Fatiga y debilidad recurrente
El metabolismo del cuerpo está controlado en parte por las llamadas hormonas tiroideas. Si su nivel desciende puede provocar una condición llamada hipotiroidismo. Ésta hace más lentas funciones como la frecuencia cardíaca y la digestión. El resultado es una sensación de fatiga y debilidad recurrente.
Dificultades digestivas
El déficit de hormonas o el exceso de las mismas puede acarrear problemas digestivos al provocar inflamación, pesar abdominal, náuseas o diarrea.
Libido baja
Si los niveles de las hormonas andrógenas descienden considerablemente, tanto hombres como mujeres experimentarán una reducción de la libido y el deseo sexual.
Menstruación irregular
Las alteraciones en el ciclo menstrual también pueden deberse a desequilibrios hormonales. Cuando el periodo no sucede cada 25 – 31 días, dura más de 7 días y está acompañado de abundante flujo, es una señal para revisar los valores de las principales hormonas.
Dificultades para conciliar el sueño
Puede haber muchas causas para los trastornos del sueño, y los desequilibrios hormonales son una de ellas. Si la cantidad de serotonina y melatonina es demasiado baja, pueden presentarse episodios de insomnio y sueño irregular.
Acné persistente
Si los niveles de andrógenos como la testosterona están alterados, puede sobrestimularse la producción de sebo en la cara. En este caso, se obstruyen los poros y surge un tipo de acné persistente y quístico que está relacionado directamente con un desequilibrio hormonal.
Dificultad para digerir los alimentos
Hay 3 hormonas que contribuyen en la digestión de los alimentos: secretina, gastrina y colesistoquinina. Si se produce un desequilibrio hormonal y se alteran los niveles de estas hormonas, habrá una dificultad manifiesta para digerir alimentos.
Problemas congnitivos
La dificultad para concentrarse o tener una buena memoria son otros de los síntomas del desequilibrio hormonal. Cabe destacar que algunas féminas sufren estos problemas antes y durante el proceso de menopausia.
Caída del cabello
Las alteraciones en los niveles normales de testosterona y dehidrotestosterona debilitan el cabello y producen, eventualmente, su caída. Aunque muchas personas achaquen la caída del cabello a factores genéticos, los desequilibrios hormonales pueden estar también relacionados.
Variaciones en las mamas
En el caso de que el nivel de estrógenos esté por debajo del límite, dicha situación puede incidir negativamente en el tejido mamario ya que éste se torna menos denso. Cuando el desequilibrio hormonal produce más estrógenos, el tejido se vuelva más grueso. Como consecuencia, pueden llegar a salir quistes o bultitos.
Cambios repentinos de humor
Fluctuaciones recurrentes en los niveles de estrógeno y progesterona pueden ocasionar cambios repentinos de humor. Si se experimenta nerviosismo crónico, sensibilidad extrema, irritabilidad, angustia y ansiedad, entre otros síntomas, podría tratarse en realidad de un desequilibrio hormonal.
Dolores de cabeza
La inestabilidad hormonal, igualmente, puede causar dolor de cabeza por el déficit de estrógenos.
Sequedad vaginal
La falta de estrógenos también provoca sequedad vaginal en las mujeres, al igual que irritación. Esto se debe a que los estrógenos inciden en la secreción del flujo vaginal.
Tratamiento y soluciones
Dependiendo de la causa que lo origine, el desequilibrio hormonal se puede tratar de una u otra manera. El tratamiento más extendido es por medio de medicamentos. Estos permiten regular los niveles de algunas hormonas como el estrógeno, la testosterona y la progesterona. Estos niveles pueden aumentarse o reducirse de acuerdo a los síntomas que presente el paciente.
Sin embargo, estos tratamientos suelen ser complementados con cambios en el estilo de vida y suplementos vitamínicos. De esta manera, el organismo reacciona mejor a los medicamentos y activa los mecanismos naturales para regular las hormonas. Una buena alimentación, la práctica regular de ejercicio y la reducción del estrés son, frecuentemente, parte de estos cambios.
Dieta para desequilibrio hormonal
Como se ha dicho, llevar una dieta balanceada ayuda a combatir el desorden hormonal. Por un lado, se deben evitar comidas ricas en grasas saturadas y azúcares. Algunas de ellas son los productos procesados y/o envasados y las comidas que sean fritas.
Igualmente, las bebidas alcohólicas y estimulantes ricas en cafeína porque las mismas aceleran la producción de las glándulas suprarrenales. Como consecuencia, la hormona cortisol, es decir, la que provoca estrés, se produce en mayor cantidad.
Por el contrario, la albahaca, las semillas de chía, el aceite de coco, el hígado de bacalao, las cerezas, el chocolate negro, la cúrcuma, las nueces, el pepino o el aguacate son alguno de los alimentos que sí que se deben incluir en la dieta.
Qué médico consultar para tratar el desequilibrio hormonal
Los endocrinólogos son especialistas en el funcionamiento del sistema de glándulas y producción de hormonas. No obstante, otras áreas de la medicina pueden ocuparse de tratar el desequilibrio hormonal. La ginecología y urología son 2 de ellas. Un médico certificado puede diagnosticar una alteración hormonal a partir de exámenes de sangre y saliva.
Si presentas alguno de estos síntomas, es una buena idea que consultes a un especialista. Él podrá determinar si los niveles de algunas hormonas están alterados en tu organismo y recetar un tratamiento para mejorar la situación. Recuerda que la información aquí contenida no sustituye de manera alguna la opinión de un médico.
Para saber más sobre los síntomas de las alteraciones hormonales, no te pierdas el siguiente video.