Abdul Halim Al-Attar escapó de la guerra en Siria con su pequeña hija de 3 años. En su país natal trabajaba como gerente en una fábrica de chocolates, trabajo que le permitía tener una vida digna y cubrir todas sus necesidades y las de su hija, su esposa murió hace un par de años.
Lamentablemente, debido a la guerra del medio oriente tuvo que huir de su país. No encontró otra forma de conseguir dinero para alimentar a su pequeña más que vender bolígrafos en la calle. A pesar de lo afectado que se encontraba a nivel emocional debido a la guerra, siguió adelante, luchando por su vida y la de su pequeña.
Vendía bolígrafos con su hija siempre en brazos, no tenían donde dormir, asearse, ni qué comer. Huir de la guerra les quitó todo, pero quedarse les habría hecho perder su vida.
Un día se topó con un activista Noruego llamado Gissur Simonarson, quien se conmovió muchísimo al verlo, habló con él, escuchó su historia y le tomó varias fotografías con la idea de publicarlas en sus redes sociales y buscar conmover al resto del mundo, para crear conciencia sobre los problemas que está trayendo al mundo esta terrible guerra.
Lo publicó con el título de “Vendedor anónimo”. La foto inmediatamente recibió miles de comentarios y la historia se volvió viral. Tanto impacto tuvo en las redes que los mismos internautas propusieron crear una campaña por Internet para recolectar dinero para Abdul y su pequeña.
La campaña se creó y recibió la donación de más de 5000 personas, todas con la firme intención de ayudar a Abdul a iniciar una nueva vida, conseguir un techo y comida. Al finalizar la campaña se lograron recolectar más de 100 mil dólares.
Gissur se encargó de darle la noticia y entregarle el dinero, Abdul se encontraba increíblemente emocionado y agradecido, no podía creer todo lo que había logrado la unión de todos estos corazones, estaba muy conmovido, las lágrimas caían por su rostro.
Hoy en día tiene un lugar donde vivir junto a su hija, la pequeña asiste al colegio y no les falta nada. El dinero le permitió invertir en varios restaurantes, los cuales maneja muy bien, ya que como indicamos al principio, tiene formación a nivel gerencial.
Al día de hoy ha dado empleo a más de 16 sirios y ese es su deseo, ayudar a todos los refugiados que pueda. Quiere de alguna manera compartir la generosidad de las personas y mejorar las condiciones de vida de sus compatriotas afectados por la guerra, quienes están pasando por un muy difícil momento, al igual que él hace unos meses.
¿Increíble historia verdad?
Es sólo una pequeña demostración de todo lo que podemos llegar a alcanzar cuando nos unimos y abrimos nuestros corazones. No sabemos el gran impacto que puede tener un acto de generosidad.
A Abdul le cambió la vida, volvió a nacer junto a su pequeña.
Si desea conocer más sobre esta increíble historia, lo invitamos a ver el siguiente video:
