José Cleomar Domingues tiene 34 años, dos hijos pequeños que criar y estaba desempleado el 20 de marzo, ya que su contrato de trabajo había acabado.
Ya sabiendo que se quedaría sin trabajo, cumplió sus últimos días, respetando el contrato pactado. El 16 de marzo, José se dirigía al trabajo, en Piraí do Sul, Paraná, Brasil, cuando vio una billetera en el suelo.
“La vi en el suelo y pateé, con esa manía de patear cosas. Cuando se abrió, vi que era una billetera. Vi que tenía 1.780 reales”, dijo, en entrevista con G1. Cabe destacar que dicha cantidad equivale a 320 dólares.
Para muchas personas en la situación de José, el primer impulso sería usar el dinero para sustentar a su familia el mes siguiente. Pero, incluso con esa necesidad, ni siquiera pensó en dicha posibilidad.
“Más rápido que deprisa hice una publicación en Facebook, le pregunté a la gente que me rodeaba si alguien conocía al joven y me puse manos a la obra. Al otro día temprano, cuando recibí una señal en mi teléfono, llegó un mensaje de un chico diciendo que era suya”.
José respondió al mensaje del dueño de la billetera y quedó con él para encontrarse y devolverle todo. Para él, era solo una actitud normal del día a día, y hasta se quedó asombrado por el reconocimiento que recibió de las personas.
“Por lo que vi, era un joven muy sencillo y humilde. Para mi fue normal. No lo hice para ganar reconocimiento público. Incluso me asustaron los comentarios, porque era algo que no esperaba. Lo que no es de uno, no es de uno”.
Si el dueño de la billetera no aparecía, José dice que seguiría buscándolo, ya que no era un dinero perdido, sin dueño. Sabe que el dinero es importante para todos y pensó en cómo se sentía la persona que perdió esa cantidad.
“Tengo una cuenta que pagar, pero tampoco sabes por lo que está pasando la persona. A veces la persona es más humilde que nosotros o no tiene condiciones de ir trabajar. No podría quedarme con ese dinero y gastarlo en otra cosa, pensando en lo qué lo iría a usar la persona, qué cuenta tendría que pagar, un pañal o comprar leche”.
Buscando otro trabajo
Orgulloso de su actitud honesta, ahora José está buscando un nuevo empleo para seguir adelante con su vida. Él confía en la fe, creyendo que pronto encontrará una oportunidad.
“Intento conseguir un empleo, trabajar. Y si encuentro más dinero, lo regresaré de nuevo. Así me educaron mis padres. Fue la decisión que tomé y mi fe en Dios y Nuestra Señora moverá montañas”.
