Vivo en un país difícil, abrumado por problemas de seguridad ciudadana. Por eso, no me cuesta mucho comprender a esta madre de familia, que sabiendo que el mundo a veces se nos muestra hostil, protege a los suyos como puede.
Sea porque la realidad nos abruma con tantos problemas de convivencia, o sea porque la televisión y las redes nos coman la cabeza con tantas historias de criminalidad, todos nosotros hemos aprendido a desconfiar hasta de nuestra propia sombra.
Así le pasó a Melissa Vang, una mujer residenciada en Kansas City, Estados Unidos, que hace mucho tiempo decidió instalar todo un sistema de seguridad en su casa como prevención.
Un día, Melissa escuchó el timbre de la puerta llamar. Como era costumbre, se negó a atender el llamado, pues se había propuesto nunca abrirle a nadie cuyo rostro no conociera o que no estuviera identificado de algún modo.
El joven, llamado Tyler Opdyke, comprendió de inmediato que no le abrirían, y para dejar constancia de aquello que había venido a hacer, se acercó a la cámara de seguridad que logró identificar, y reveló sus intenciones:
Tyler había encontrado la billetera del esposo de Melissa en el suelo cuando éste se dirigía a abordar su vehículo. No era cualquier cartera, era una cartera que contenía aproximadamente 1500 dólares en efectivo. ¡Toda una tentación! ¿No lo cree?
Así que el joven se aproximó a la cámara, mostró la billetera y el dinero, y trató de guiar la atención de los observantes hacia el lugar en el que escondería la billetera para devolverla. Terminado este gesto, no se fue muy lejos, y más tarde regresó para asegurarse de que la cartera estuviera en las manos correctas, y así conoció a Melissa, que tuvo la oportunidad de agradecerle personalmente.
Melissa estaba sorprendida de lo que había descubierto en las pantallas de su circuito de seguridad. Ya no es común encontrarse con gente así de honesta. Ella publicó su historia en el Facebook y pronto se volvió una noticia viral, felicitando la actitud del joven.
Mire el vídeo de la escena aquí: