El kéfir es un alimento probiótico muy poderoso para la salud intestinal. Cada vez más popular en Brasil y otros países, las personas mantienen sus cultivos en casa después de recibir una plántula inicial que, a menudo, se congela para evitar la contaminación. Pero existe un procedimiento que debe seguir para descongelar kéfir de la forma correcta y comenzar el cultivo. Aquí se explica cómo hacerlo.
Cómo descongelar kéfir: paso a paso
En primer lugar, la recomendación más importante para descongelar kéfir es con la higiene. Debido a que el kéfir está compuesto exclusivamente de microorganismos vivos, cualquier contacto con material no estéril puede generar contaminación.
Entonces, para descongelar kéfir y hacer todo el proceso, estate en una cocina bien limpia, use frascos esterilizados, una cuchara y un tamiz de plástico destinados al uso exclusivo del kéfir.
A partir del momento en que obtienes tu plántula de kéfir congelado, debes seguir estos 3 simples pasos:
1. Retirar la plántula del congelador.
2. Si hace frío, puedes descongelar kéfir a temperatura ambiente. Si hace demasiado calor, déjelo descongelar en el fondo de la nevera. Recuerda dejar las plántulas lejos del fogón, microondas o cualquier electrodoméstico que caliente.
3. Después de que la plántula se haya descongelado, inicia el proceso de activación explicado en el próximo tópico.
Cómo ativar el kéfir
Después de descongelar kéfir, es hora de iniciar la activar de las bacterias. Este proceso lleva un poco de tiempo, pero es necesario. Puedes seguir los mismos pasos para activar un kéfir deshidratado. Aprende cómo hacerlo.
Materiales
- Frasco de vidrio esterilizado: 1 unidad;
- Cuchara de plástico, acero inoxidable o madera bien limpia: 1 unidad;
- Paño poroso limpio o papel absorbente: 1 unidad;
- Elástico para sujetar el trapo en la boca del tarro: 1 unidad;
- Leche integral o agua filtrada: la suficiente para cubrir las plántulas de kéfir;
- Tamiz de plástico lavado en agua hirviendo: 1 unidad.
Paso a paso:
1. Coloca la plántula descongelada o deshidratada en el frasco.
2. Cúbrelo con la leche o el agua sin endulzar. Para que tengas una idea, el promedio es de 500 mililitros de leche o agua por cada cucharada de kéfir.
3. En seguida, cubre la boca del frasco con el paño o la toalla de papel y asegúrala con el elástico de goma.
4. Coloca el tarro en un lugar seco, limpio y oscuro y déjalo que fermente durante 24 horas. Si la plántula seca está demasiado naranja, necesitará más tiempo para que tenga su color normal, que es muy blanco en el caso del kéfir de leche y transparente en el caso del kéfir de agua.
5. Pasadas las 24 horas, cuela la plántula a través del tamiz y desecha el líquido.
6. Coloca la plántula escurrida de nuevo en el frasco, también escurrido. Adiciona otra cantidad de leche. Si vas a hacer kéfir de agua, añade agua azucarada en la medida de 1 cucharada de azúcar por cada 300 mililitros de agua, en promedio. Si deseas adicionar más, no hay problema.
7. Cubre el pote de nuevo y ponlo a fermentar en el mismo lugar por otras 24 horas.
8. Repite el proceso, colando y desechando el líquido. Ten en cuenta que la plántula debe estar más llena y más gruesa, ya que ahora está hidratada. El kéfir de leche se verá cremoso. El olor debe ser ligeramente ácido, pero no agrio. Si está malo o tiene partes grisáceas oscuras, es probable que esté contaminado, en cuyo caso es más seguro desecharlo y usar una nueva plántula.
9. Si ves que todavía hay granos amarillos, pero no están estropeados, repite otro proceso de 24 horas y desecha el líquido. Si el color ya es hermoso y saludable, coloca un líquido nuevo en el frasco sobre la plántula y déjalo por otras 24 horas o incluso más. Esta vez, después del tiempo de fermentación deseado, puedes colar y usar el líquido para el consumo, manteniéndolo en el frigorífico en un frasco de vidrio esterilizado por hasta 3 días.
Cómo congelar kéfir
Cuando el kéfir se desarrolla muy bien, en una semana la colonia de bacterias ya estará muy proliferará. Entonces, si no tienes a quién dárselo, la mejor manera de preservarlo es congelar el kéfir. La forma de hacerlo es bastante simple.
Después de colar otro líquido para el consumo, una parte de la plántula se devuelve al frasco donde comenzará un nuevo proceso de fermentación. Otra parte se transfiere a una bolsa de plástico limpia, se cierra herméticamente, preferiblemente con una cremallera en la bolsa hermética, y se coloca en el congelador. Cuando congeles el kéfir, debes saber que este no puede entrar en contacto con otros alimentos.
La plántula solo debe salir de allí para ser reactivada y reiniciar el cultivo. Idealmente, debe congelarse por un máximo de 3 meses. Si es posible, menos. Hay personas que lo dejan por más tiempo, por lo que es cuestión de hacer un test. Recuerda mantener la plántula en el fondo del congelador, donde no sufrirá la temperatura cada vez que se abras el congelador.
