El hígado es un órgano sumamente importante para el correcto funcionamiento del organismo. Con unos 1,5 kilos de peso en promedio, este órgano tiene por función secretar la bilis necesaria para la digestión de las grasas. Pero su papel no termina allí: sintetiza las proteínas plasmáticas, desintoxica el organismo y almacena vitaminas y glucógeno, además de eliminar de la sangre sustancias como el alcohol.
Cuando no somos responsables en nuestra alimentación o en la ingesta de bebidas alcohólicas, nuestro hígado sufre y puede desarrollar enfermedades como esteatosis (hígado grado) y cirrosis hepática.
Como vemos, tratarlo bien es fundamental para mantener un equilibro. Y lo mejor es que apenas despunta el día podemos inyectarle buena vibra a través de nuestra alimentación.
En este artículo compartiremos con usted una lista de 6 alimentos que debe incluir en el desayuno para que su hígado pueda decir cada día “¡Buenos días!”
El café… ese perfumado compañero de las mañanas
Una taza de café al despertar es, sin duda, uno de los placeres cotidianos más extendidos. Su aroma, que perfuma toda la casa, nos llama a despertar y a energizarnos. Pero no es solo un placer. El café es responsable de reducir la enzima gamma-glutamil-transpeptidasa en la sangre, asociada a la cirrosis, y todo a través de sus ricos antioxidantes. También es sabido que reduce el colesterol malo. Los investigadores señalan que, además, el café impide la inflamación de las células hepáticas. Por estas razones, se recomienda tomar unas dos tazas de café en la mañana. ¡Pero no abuse! Recuerde que de lo bueno, poco.
El ajo: espanta a los vampiros y también a las toxinas
El ajo, consumido en ayunas, ayuda a eliminar las toxinas de nuestro cuerpo. Existe una abundante literatura sobre las propiedades el ajo para la salud, pero aquí deseamos resaltar los beneficios que traen sus compuestos sulfurosos en la limpieza del organismo, así como su capacidad para prevenir la inflamación y estimular los procesos metabólicos gracias a sustancias como la alicina y el selenio. Consuma unos dientes de ajo a primera hora del día, en ayunas. ¡Agradecerá los resultados!
Manzana
Ya todos lo sabemos: una manzana al día aleja al doctor de nuestra vida. Así es. La manzana, fruta deliciosa y de muchas variedades, es un alimento esencial para una buena salud, sea que la consumamos sola o en nuestros platos favoritos. La manzana contiene pectina y antioxidantes. Estas sustancias le ayudarán a que su hígado se sienta saludable.
Aguacate: manjar de los dioses
¿Has visto forma más placentera de ganar salud? Este célebre alimento, delicioso para muchos, reduce el colesterol malo en el organismo, mejora el proceso digestivo y ayuda a controlar la inflamación. Todo esto lo logra gracias a la presencia de glutatión, un antioxidante responsable de neutralizar los radicales libres y de colaborar en el fortalecimiento del sistema inmunológico. Pero además, imagina qué delicia de desayuno tendrás sobre tu mesa si incluyes el divino aguacate.
Avena
Claro que la avena no podía faltar. Es un alimento muy importante para muchos factores de nuestra salud. Pero, ¿qué es capaz de hacer la avena por nuestro hígado? La avena promueve la producción de lecitina en el hígado, la cual se encarga de eliminar toxinas naturalmente de nuestro cuerpo. La avena además contiene proteínas vegetales que el hígado requiere y. como es bien conocido, ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre.
Aceite de oliva extra virgen
Como era de esperarse, el aceite de oliva completa la lista. Sus ácidos grasos ´disminuyen el colesterol malo. Pero lo más llamativo es que el aceite de oliva puede ayudar a regenerar las células hepáticas. ¿Cómo puede incorporar este alimento en su desayuno? Pues muy simple: úntelo sobre unas rebanadas de pan, de preferencia integral, enriquecido con cereales, frutos secos o semillas.
Es más, aproveche todos los datos que le hemos ofrecido y haga un desayuno gourmet para su hígado, que hace tanto por usted. Después de sus dientes de ajo en ayunas, tome una rebanada de pan, coloque un poco de aguacate, rocíelo con aceite de oliva extra virgen, agregue una pizca de sal y, ¡voilá! Sirva con una mágica taza de café y termine con una rica manzana de postre.
¡Salud con gusto!