Cuando un ser querido muere, su partida puede ser procesada y aceptada. Aunque resulte dolorosa, su adiós permite explicar los acontecimientos y hacer el respectivo duelo. No sucede lo mismo cuando las personas desaparecen. Si se esfuman sin dejar rastro, la angustia se entremezcla con la culpa y trastorna todos los espacios de la vida. Pero hay casos de desaparecidos que sí volvieron, como los que se presentan, a continuación.
Casos de niños desaparecidos que sí volvieron
Los siguientes casos de desaparición de niños guardan varias similitudes. Por un lado, en ambas situaciones los infantes fueron apartados por desavenencias entre sus familiares cercanos. También permanecieron lejos por una gran cantidad de tiempo y encontraron una resolución más o menos similar.
Julián Hernández
En 2002, el pequeño Julián Hernández tenía solo 5 años de edad. Vivía en Alabama y sus padres, separados, compartían las responsabilidades de su crianza. A pesar de que la custodia del niño había sido adjudicada a su madre, fue su padre quien, un buen día, decidió llevarlo tan lejos como pudo. Bobby Hernández desapareció con el niño y no se supo nada de ellos durante los siguientes 13 años.
Viajaron más de 1000 kilómetros y se instalaron en Cleveland, una localidad de Ohio. En esta ciudad el padre de Julián reconstruyó su vida junto a otra mujer. Con nombres falsos y una identidad completamente nueva, el pequeño Julián creció y alcanzó la mayoría de edad. Fue entonces cuando, en medio de trámites para ingresar a la universidad, un consejero estudiantil descubrió que su nombre no coincidía con su número de seguro social.
El mismo consejero contrastó la información con la base de datos del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados. Supo en ese momento que Julián Hernández había sido reportado como desaparecido 13 años antes. Dio parte a las autoridades, quienes detuvieron a Bobby Hernández y pudieron hacer que la madre se reencontrara con su hijo ya adulto. El padre enfrenta cargos que podrían llevarlo a prisión por al menos 10 años. El de Julián es uno de los casos de niños desaparecidos que sí volvieron.
Richard Wayne
Richard Wayne también tenía 5 años de edad cuando desapareció. Vivía en Indiana junto a sus abuelos paternos porque su madre no tenía condiciones para mantenerlo. Se encontraba desempleada, no tenía un sitio para vivir y dormía dentro de su carro. Sin embargo, en 1994, ganó un proceso judicial que terminó otorgándole la custodia del niño. Los abuelos se negaron a entregarlo y simplemente desaparecieron.
Después de 19 años viviendo bajo otros nombres en la lejana Minnesota, un investigador dio con ellos. Richard Wayne pasó a llamarse Michael Jeff Landers. Sus abuelos también cambiaron de nombre. De llamarse Richard y Ruth Landers pasaron a ser Raymond Iddings y Susan Kay. El caso se resolvió gracias a un detective privado que contrató el esposo de la madre, Richard Harter. Como en el suceso anterior, la inconsistencia de los registros en el seguro social fue clave para resolver esta desaparición.
Hay también personas inescrupulosas que aprovechan estos hechos para obtener algún beneficio, como es el caso del suplantador que se hizo pasar por un niño desaparecido.
Casos de desaparecidos sin resolver
A pesar de que hayan transcurrido tantos años, los casos anteriores encontraron una resolución. Estos son los ‘afortunados’, es decir, los desaparecidos que sí volvieron. Otros no corrieron con esa suerte y permanecen en la incertidumbre, rodeados de una atmósfera de suspicacia e impotencia. Quizás uno de los más célebres es el de Madelein McCann, la pequeña de 3 años que desapareció de un complejo turístico del Algarve, en Portugal cuando veraneaba ahí con su familia.
Para conocer esta historia, no dejes de leer el caso de Madelein McCann a 10 años de su desaparición.
Finalmente, puedes ver en el siguiente video un reportaje de la televisión colombiana sobre este tema y sus múltiples aristas.