Por mucho que la depresión se considere el mal del siglo, es una enfermedad que aún se somete a constantes investigaciones y estudios para que su causa se pueda entender completamente. Por lo tanto, es posible decir que la depresión tiene cura. Sin embargo, pero no existe una fórmula única que funcione para todos y que no signifique que la cura sea permanente.
¿La depresión tiene cura?
Lo que ahora se sabe es que la depresión es una enfermedad que afecta el cerebro de forma física, y no imaginaria, como muchos piensan erróneamente.
También se sabe que existen factores de riesgo que pueden desencadenar la depresión, como causas hereditarias, genéticas y ambientales. Debido a lo que sucede en el cerebro, los síntomas principales son alteraciones y oscilaciones en el estado de ánimo, sentimientos malos y negativos, y un profundo desánimo que hace que la persona sienta la falta de deseo de hacer algo, porque parece que la vida ha perdido el sentido.
Junto con estos síntomas, todos los aspectos de la vida se ven afectados, como la alimentación, el sueño, el trabajo y la vida social. Pero cada persona sentirá todo esto de una manera particular, con más o menos intensidad y en diferentes períodos, de acuerdo las situaciones en las que viva.
Por lo tanto, la depresión es una enfermedad bastante compleja y cada caso es diferente del otro. Pero, en general, se puede decir que sí, la depresión tiene cura. Para que esta cura sea posible, los médicos, psicólogos, psicoanalistas y terapeutas utilizan un conjunto de tratamientos de acuerdo con las necesidades de cada paciente.
¿Cómo curar la depresión más rápido?
Los tratamientos para la depresión están dirigidos, principalmente, a actuar sobre cada tipo de síntoma. Entonces, básicamente, la forma de curar la depresión más rápido es comenzar a ver a un especialista tan pronto como sospeches que puedes tener la enfermedad. Según el análisis profesional, el tratamiento se aplica para curar la depresión más rápido, y los métodos pueden ser:
1. Antidepresivos
No todas las personas necesitan antidepresivos, pero estos medicamentos tienen una función muy importante, que es reemplazar los neurotransmisores cerebrales, como la serotonina, la noradrenalina y la dopamina, que son responsables de los sentimientos y sensaciones, como el buen humor y el bienestar.
En las personas con depresión, estos neurotransmisores existen en una cantidad reducida o funcionan mal en comparación con las personas que no tienen depresión. Hay personas que necesitan el medicamento por un corto tiempo y otros que lo usan por años. Esta necesidad varía mucho de un caso a otro.
2. Psicoterapia
Junto con los medicamentos, y para controlar los efectos que están haciendo, se estimula al paciente a continuar asistiendo a sesiones de psicoterapia. Esta terapia también sirve para que el paciente comprenda qué es la enfermedad y hable sobre lo que siente. Esta es una actitud importante para poder hacer frente cada vez mejor a las situaciones en que los síntomas le afectan de forma más intensa.
3. Terapia electroconvulsiva y otras terapias médicas
Otro tipo de tratamiento posible para los casos más graves de depresión es la terapia electroconvulsiva, que consiste en sesiones de electrochoque cerebral, pero que son indoloras y controladas. Su función es ayudar al cerebro a reorganizar sus actividades, las cuales se ven afectadas por la enfermedad.
Además de este método, existen otras terapias que implican la estimulación directa en la estructura cerebral afectada, como la estimulación magnética transcraneal, la estimulación cerebral profunda y la estimulación del nervio vago.
4. Terapias alternativas
Las terapias alternativas son la acupuntura, la medicación, el yoga y el reiki, que se consideran formas naturales de estimular la reorganización y reprogramación cerebral, sin el uso de dispositivos que actúan directamente sobre el cerebro. Cada persona debe experimentar lo que los hará sentir mejor después de un período de práctica.
5. Lleva un estilo de vida saludable
Además de la psicoterapia, también es muy importante que el estilo de vida de la persona sea propicio para estimular los neurotransmisores que son deficientes en su cerebro, aumentando la frecuencia de situaciones que brindan placer y bienestar.
Por ejemplo, hacer lo posible por alimentarse bien, practicar actividad física, tener una rutina y estar rodeado de personas positivas, agradables y confiables. Todo esto contribuye al efecto de los medicamentos, haciendo que el cerebro produzca y active más neurotransmisores de alegría y bienestar.
Debido a que la depresión es una enfermedad física que afecta el cerebro, no es algo que una persona se inventa y que simplemente crea que no tiene que curar. Por eso, la comprensión y el respeto de las personas que rodean al paciente son tan importantes.
6. Tratar otros factores de riesgo de la enfermedad
Como se mencionó anteriormente, la depresión tiene factores de riesgo que se desencadenan, como hereditario, genético y ambiental. También hay enfermedades que aumentan el riesgo de desarrollar la dolencia, como diabetes, deficiencia de vitamina B12, hipotiroidismo, Parkinson, Alzheimer y accidente cerebrovascular.
Esto se debe a que todas estas enfermedades afectan los neurotransmisores que hacen que la persona tenga síntomas de depresión. O sea: prevenir estas enfermedades o mantener el tratamiento correctamente es una forma importante de prevenir o curar la depresión.
En resumen, desde el momento en que el cerebro de la persona vuelve a la producción normal de neurotransmisores que estaban funcionando mal, deja de tener síntomas y, asó, se considera curado.
Pero eso no significa que no haya más riesgo de volver a tener la enfermedad, y ahí es precisamente donde viven las mayores dudas médicas sobre el tema. No se sabe por qué los neurotransmisores cambian en algunas personas y no en otras, incluso si viven las mismas situaciones de la vida.
Entonces, aunque la depresión se tiene cura, la persona curada necesita mantener un estilo de vida saludable para mantener estable el cerebro.
