Un grupo de mujeres denuncia a su entrenadora de Zumba porque no adelgazan

Exigen que se les devuelva el dinero que han invertido. ¿Tiene caso?

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Este título le parecerá insólito. Pero no lo hemos inventado. En efecto, un grupo de mujeres de la ciudad de Obregón, Sonora, en el norte de México, han denunciado ante la Procuraduría Federal del Consumidor en ese país (PROFECO) a su entrenadora de Zumba, debido a que no han bajado de peso durante el período de entrenamiento.

Tremendo escándalo se ha formado, porque no solo afecta la imagen de del ginmasio y la entrenadora, sino que compromete la credibilidad de la disciplina llamada zumba, en la cual se mezclan diferentes ritmos latinoamericanos para ejercitar, tales como el merengue, la salsa, el reggeaton, samba, bachata y hasta flamenco.

Según la página del Virgin Active Health Club, “El nombre de esta disciplina fitness proviene de la palabra “rumba” cuyo significado para los colombianos es “fiesta”. Fue creado a finales de los 90 por el bailarín y coreógrafo colombiano Alberto “Beto” Pérez que, viendo el éxito que tuvo su clase de baile con esta mezcla de ritmos, decidió extenderlo al resto del mundo. En la actualidad, se ha convertido en una práctica muy popular para perder peso y disfrutar al mismo tiempo.”

La demanda…

Estas mujeres exigen, de hecho, que les sea reintegrado el dinero que han invertido en el gimnasio para practicar lo que es hoy una de las disciplinas más populares entre las mujeres. Entre los argumentos que ofrecen, no solamente han dicho que no ha adelgazado, sino que incluso han engordado durante el proceso.

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Jaciel Levya, su entrenadora, ha tenido que declarar para defenderse de las acusaciones. en una entrevista que le hicieron, Levya da testimonio de que les ha advertido repetidas veces a sus alumnas que es necesario acompañar el ejercicio con hábitos saludables, como una buena alimentación, balanceada y baja en grasas y azúcares.

Según Levya, sus alumnas no solo desoyeron las recomendaciones hechas por la entrenadora, sino que fueron vistas comiendo compulsivamente tras acabar las clases de Zumba. De hecho, la entrenadora declara que se cansó de advertirles de tal manera, que acabó merendando con ellas.

Las fuentes consultadas revelan, curiosamente, que hasta la entrenadora Levya tiene unos cuantos kilitos de más.

¿Qué le parece? ¿Cree que es culpa de la disciplina Zumba? ¿Cree usted que deben devolverle su dinero a estas señoras, o que ellas deben comprometerse con su salud y mejorar su alimentación?

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Comente con nosotros y comparta con sus amistades. Compartimos con ustedes un video con una encantadora profesora de Zumba que es un claro ejemplo de superación e integración social de las personas que tienen Síndrome de Down:

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