El instinto materno se encuentra de muchas maneras en la naturaleza y en muchas especies. Los perros, que son animales de manada, son especialmente proclives a establecer cuadros de protección, y si a eso le añadimos el instinto materno de las hembras, el cuadro se completa.
Daisy era una perra muy especial. Había logrado parir una camada de perritos. Su dueña, Jessica Woodruff, estaba muy contenta con este parto de Daisy, una perrita de raza golden retriever. Pero lamentablemente, la familia sufrió una tragedia.
Un incendio en el granero de la casa cobró la vida de las crías de Daisy. Ella, que aún no había destetado a los cachorros, quedó absolutamente inconsolable. Parece mentira cómo el instinto materno se comportan igual en todos los mamíferos.
El comportamiento de Daisy comenzó a ser preocupante. Estaba ausente, triste y visiblemente afectada. Jessica tuvo una idea genial: decidió buscar por las redes algún voluntario que tuviera algunos cachorros que pudiera prestarle por unos días para que Daisy cerrara su proceso.
Así lo hizo. Publicó por Facebook la solicitud, esta llegó a manos de un locutor de la radio local, y éste extendió la invitación. De inmediato, apareció una colaboradora. Se trataba de una señora que tenía 8 cachorritos en lactancia. Se los facilitaron a Daisy y, al poco tiempo, el cambio fue increíble.
Daisy volvió a ser feliz, a normalizar su comportamiento, y por supuesto que hizo suyos a estos pequeños. Al lograr el destete de la camada, Jessica devolvió los cachorros, y se quedó con uno de ellos.
Gracias a esta idea, Daisy pudo cumplir su mandato natural y recuperar su normalidad. Vea el siguiente vídeo con la historia de Daisy (inglés):
