En la sociedad actual donde impera el consumismo y el aparentar, parece que si no tienes dinero o cierto estatus en tu trabajo no eres nadie. Pero la realidad debería ser bien diferente. La gente no se es superior a los demás por tener más posibles ni mucho menos debería mirar por encima del hombro a los que “pertenecen” a una clase social inferior a ellos. Lo mismo ocurre en el trabajo. Hablando del ámbito laboral, da igual el cargo que ocupes, saluda, sé humilde y educado, eso te hará llegar lejos.
Da igual el cargo que ocupes, saluda, sé humilde y educado siempre
Por mucho dinero que tengas, nunca debes perder tus valores. En el caso de que en tu empresa tengas un buen puesto sucede lo mismo. Por lo tanto, da igual el cargo que ocupes, saluda, sé humilde y educado. Tener esta actitud te ayudará a que tus empleados te sientan más cercanos. También a que rindan más en sus tareas y a que la empresa vaya mucho mejor.
Evidentemente, el ser jefe te hace tener responsabilidades. En ciertos momentos, deberás tomas algunas decisiones que no le van a gustar a todo el mundo. Pero eso no implica que te sientas superior ni más que nadie por estar un escalafón por encima que tus compañeros en la compañía. Ten presente que de la misma manera que hoy estás arriba, mañana puedes estar abajo. La vida da muchas vueltas y uno nunca puede escupir al cielo. En el caso de que las tornas se cambien por lo que sea, si siempre mantuviste tus modales, fuiste educado y sencillo, las personas continuarán estando de tu parte y no te darán la espalda pase lo que pase.
No seas como esos patrones que están siempre enojados con cara de perro. Sí esos que caminan por las instalaciones de la empresa como si se creyeran los amos del mundo. O los que tienen la osadía de hasta no devolver el saludo a algún empleado cuando este le da los buenos días o le estira la mano. Recuerda siempre que da igual el cargo que ocupes, saluda, sé humilde y educado.
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¿Por qué los jefes actúan así?
La gente que cuando tiene una cierta posición se considera más que los demás es, porque en realidad, son personas soberbias. En parte, también es una muestra de inseguridad en sí mismos porque tienen que demostrar que son más que los otros, en cuanto todo el mundo es igual.
Esta actitud, al fin de cuentas, a quien perjudica es quien la lleva a cabo porque hace que cada vez esté más solo y que nadie esté dispuesto a ayudarlo. Una cosa es que tus empleados te respeten y otra muy diferente que te tengan miedo.
El respeto hay que ganárselo, como todo en la vida. Para ello, además de demostrar que eres un gran profesional en tu trabajo, debes tratar a las personas como lo que son, personas, y no como números y/o con desdén. Sé siempre agradable, cercano, nunca pierdas la educación y practica la empatía. De esta forma, la gente, además de respetarte, te tendrá aprecio. Así, cuando cometas un error, tus empleados comprenderán que eres un ser humano y que te equivocas como cualquier otro y no lo tomarán a mal ni se rebotarán ni sentirán malestar.
Siendo humilde siempre llegarás lejos en la vida. Para ello, no es necesario pisar a nadie. Sé siempre tú mismo, rodéate de personas buenas y ten la mente abierta a aprender siempre de los demás porque, aunque estén en posiciones inferiores a ti en el trabajo, de todo el mundo se pueden aprender cosas nuevas todos los días.
Para finalizar, en el siguiente vídeo puedes ver unos consejos que te ayudarán a ser un buen jefe.
