Un experimento realizado en Alemania le dio a la medicina una nueva luz. Un niño se curó de parálisis cerebral usando células madre. Conoce cómo sucedió todo y lo que podría significar para miles de personas.
Células madre en el tratamiento de la parálisis cerebral
Hace mucho tiempo, los investigadores hablan sobre el poder que tienen las células madre para regenerar tejidos e hasta órganos. Sin embargo, queda mucho por debatir sobre la ética en este tipo de investigación, lo que retrasa el proceso. Esto es porque, muchas veces, estas se obtienen de embriones, lo que genera una discusión sobre cuándo comienza realmente la vida y el límite de la ciencia.
A pesar de ello, para la felicidad de esta familia, las cosas fueron más simples, siendo así posible salvar la vida del pequeño L.B. (su nombre no fue identificado por los investigadores alemanes, para mantener su privacidad). Este es un niño de solo 2 años que estaba al borde de la muerte, pero se salvó con un tratamiento experimental basado en células madre.
Estado vegetativo
El tratamiento fue conducido por el equipo médico del Hospital Universitario de Bochum, que se encuentra en Alemania. El niño, de a penas 2 años, sufrió un paro cardíaco grave, que dejó su cerebro sin oxigenación durante más tiempo del aceptable. De esta forma, él perdió parte de la masa, con daños severos a la estructura cerebral.
Consecuentemente, el nene quedó en estado vegetativo y con muy pocas posibilidades de sobrevivir. Prácticamente desilusionado por los médicos, L.B. sobreviviría por medio de dispositivos y si por milagro volviera a la actividad, no hablaría ni caminaría. Era sin duda un caso grave, definitivo para muchos, pero no para sus padres.
Buscando medidas alternativas, encontraron el tratamiento basado en células madre, lo que podría ayudar a reconstruir parte de su cerebro, dando al menos una oportunidad de vida al niño. Estos entraron en contacto con el personal del hospital universitario diciendo que habían congelado la sangre del cordón umbilical, que es rica en células madre. Y así comenzaron el tratamiento.
El tratamiento
El pequeño L.B. presentaba daños gravísimos y casi no tenía posibilidades de sobrevivir algunos días más. En coma y sobreviviendo gracias a los equipamientos durante 9 semanas, decidieron comenzar el tratamiento con células madre. Estas se consiguieron a través de la sangre del cordón umbilical, congelados al nacer.
El tratamiento fue relativamente simple, bastando inyectar en la sangre del niño sus células madre. Así, estas viajarían hasta el cerebro, donde comenzarían a trabajar, reconstruyendo las partes afectadas. El equipo pasó a registrar todo y cualquier cambio, con precisión científica, porque, si funcionara, sería un hito en la historia.
Y fue exactamente lo que ocurrió. Después de dos meses de tratamiento, él dejó de necesitar aparatos. Asimismo, volvió a decir frases cortas y también se movió. A los 40 meses, ya come solo, da sus primeros pasos y habla con poca limitación. Un avance increíble en la medicina y la comprobación de que las células madre pueden ser la clave de muchos tratamientos.