Para cuidar la piel de la cara no hace falta invertir mucho tiempo o dinero. Basta con dormir bien, comer bien, tener hábitos saludables y mucha constancia en la limpieza y cuidado del rostro. Las recomendaciones son distintas para cada tipo de piel, si se trata de piel grasa, seca o maltratada, como se explica a continuación.
Cuidar la piel de la cara: pieles grasosas
Se considera grasa la piel que produce mucho sebo y lo acumula en determinadas zonas. Tiene una apariencia brillante y oleosa. Sus poros suelen obstruirse por la acumulación de grasa, generando problemas como espinillas, infecciones, manchas y acné.
Se aconsejan al menos dos limpiezas al día, de mañana y de noche, con jabón específico para pieles grasas. Es importante que no deje la piel demasiado seca, ya que aumentaría la producción de grasa. El uso de un tónico astringente para pieles grasas es también recomendable, como la exfoliación con aceite de coco o un producto ligero. Para la hidratación son preferibles las cremas a base de agua, nunca de aceite, al igual que para la protección solar y el maquillaje.
Las mascarillas también ayudan a cuidar la piel de la cara, siempre que se usen de manera constante. Con ingredientes simples y económicos puede tratarse el exceso de grasa en la piel. La mascarilla de limón y aspirina es una opción, como lo son también mascarillas semanales de manzana, frutos cítricos como la naranja y el limón, la yema de huevo o la maicena.
Cuidar la piel de la cara: pieles secas
La grasa que genera la piel forma una barrera que la protege contra factores perjudiciales. Si esta grasa es insuficiente, por razones genéticas o ambientales, se considera que la piel de la cara es seca. Es más delgada, rugosa y menos hidratada. Tiende a agrietarse y puede descamarse ante cambios bruscos de temperatura o exposición prolongada al sol.
Las personas de piel seca deben cuidar especialmente su rutina de limpieza. Lo primero es evitar lavarse la cara más de 2 veces al día. También deben preferir jabón neutro para el rostro y evitar los convencionales, que eliminan el sebo de la piel y la deshidratan. Además no deben exponer el rostro a agua caliente de forma prolongada, ya que la piel se resecará mucho más.
Cuando la piel del rostro es seca las exfoliaciones deben espaciarse y los tratamientos de hidratación hacerse más frecuentes. Encontrar una crema que funcione para el propio tipo de piel es un trabajo que vale la pena y la inversión. También la aplicación regular de mascarillas, como la máscara facial de linaza, hacen más elástica y resistente la piel. Pueden ser de aguacate, aceite de oliva, de almendras, aloe vera y arcilla blanca, entre otros.
Cuidar la piel maltratada de la cara
El paso del tiempo deja en evidencia el tratamiento que ha recibido la piel de la cara. Años de descuido y malos hábitos se delatan en lesiones, manchas, opacidad y envejecimiento prematuro. Consumo de alcohol y cigarrillos, exposición solar, sueño insuficiente, limpieza inconstante, entre otras, son las causas de la piel maltratada.
Aunque en ocasiones el daño es irreversible, sí hay medidas para cuidar la piel maltratada, recetas caseras para devolverle el brillo. Lo primero es resguardarla del sol, siempre, con un protector apropiado. También mantenerla hidratada tomando mucha agua. Llevar una rutina de limpieza e hidratación de forma constante y, además, practicar limpiezas faciales al menos una vez al mes.
En el siguiente video la doctora Adriana Fandiño presenta diversos consejos para mantener la salud de la piel: