Las llamadas “crisis nerviosas” son episodios en que el estrés impide el funcionamiento normal de una persona. Aunque es un término en desuso por la comunidad médica, ya que engloba situaciones diversas y diferentes diagnósticos, la expresión es todavía ampliamente utilizada. En este artículo se abordan los síntomas de la crisis nerviosa, consejos para tratarla y una serie de acciones para prevenirla.
Síntomas de las crisis nerviosas
Otras expresiones para referirse a estos episodios son crisis de nervios, ataques de ansiedad y colapso mental, entre otras muchas. En realidad, son expresiones imprecisas que ignoran la variedad y complejidad de estos padecimientos. Sin embargo, muchos de ellos tienen una sintomatología similar que se manifiesta en el plano fisiológico, emocional y conductual tal y como se verá a continuación.
Síntomas fisiológicos
Son diversos e involucran diferentes respuestas del organismo ante la situación de estrés. Van desde vómitos y diarreas hasta el insomnio, pasando por alteraciones en el ritmo cardíaco y la presión arterial, sudoración, temblores y tensión muscular extrema. Algunas personas experimentan fuertes migrañas, pérdida del apetito y los síntomas asociados al intestino irritable.
Síntomas emocionales
Muchas personas experimentan ciclotimias durante las crisis nerviosas. Esta expresión se refiere a los cambios rápidos en el estado de ánimo que van de la ira y la cólera a la calma e indiferencia en solo minutos. Asimismo, se presentan rasgos de irritabilidad, depresión, indecisión y ansiedad, junto a sensaciones abrumadoras de miedo, tensión e incapacidad.
Síntomas conductuales
Un amplio abanico de conductas podrían señalar la ocurrencia de una crisis nerviosa. Durante el episodio la persona puede mostrarse descoordinada, ansiosa e impulsiva e incluso agresiva en los casos más graves. También, extremadamente inhibida, ensimismada y desconectada del entorno. Romper en llanto de manera inesperada, y sin causa aparente, puede anunciar la eminencia de una crisis nerviosa.
¿Qué hacer ante una crisis nerviosa?
Estos episodios pueden tener una duración que oscila entre los 5 y los 30 minutos. Cuando pasan, la persona se siente física y emocionalmente exhausta. Muchos describen esta sensación como parecida al día después de haber recibido una paliza. No hay mucho que hacer ante una crisis nerviosa. Lo mejor es esperar a que pase teniendo en cuenta las siguientes recomendaciones.
1. Reconocer la crisis nerviosa: No confundirla con un infarto o un paro respiratorio. Esto podrá contener el miedo en alguna medida. La persona que la sufre debe saber y repetirse que en algunos minutos todo habrá pasado.
2. Distender los músculos: Es frecuente que las crisis nerviosas se acompañen de tensión muscular extrema en las manos, los brazos, los pies, los hombros y el cuello. En algunos casos los músculos se contraen de tal forma que causan dolor a quien padece la crisis. Se recomiendan masajes para relajar estos músculos y emplear agua fría sobre la cara.
3. Regular la respiración: Durante las crisis nerviosas, la respiración puede acelerarse y hacerse superficial. En ocasiones, las personas se hiperventilan y esto trastorna aún más sus funciones normales. Para evitar la hiperventilación, se aconseja hacer un esfuerzo por respirar de forma lenta y profunda.
Algunos individuos que han atravesado estas crisis también recomiendan fijar la atención en algún elemento exterior. Un objeto o evento ajeno a la crisis podría ayudar a disipar en parte la tensión acumulada. También se utilizan aceites esenciales y flores de Bach para mitigar los efectos de los desequilibrios nerviosos.
¿Cómo prevenir una crisis nerviosa?
Diferentes factores pueden desencadenar una crisis nerviosa. A veces, la acumulación de problemas desborda la capacidad del individuo para contenerlos. En otras ocasiones, un evento determinado puede disparar estas crisis. Separaciones, fallecimientos, despidos, entre otros, son algunos ejemplos. Los factores genéticos están también involucrados. Independientemente de la causa, las siguientes son medidas que pueden ayudar a prevenir las crisis nerviosas.
- Cuidar el sueño, su calidad y cantidad.
- Hacer ejercicio físico regularmente.
- Tener una dieta balanceada rica en aminoácidos, vitaminas del grupo B y zinc.
- Evitar el consumo de alcohol, tabaco, café y sustancias psicoactivas.
- Practicar habitualmente técnicas de relajación.
- Evitar situaciones de estrés.
- Hacer psicoterapia.
Si presentas crisis nerviosas debes buscar ayuda profesional. Muchas veces estos episodios son la antesala a problemas que pueden ser evitados si son tratados a tiempo por un médico terapeuta. Él podrá determinar las causas y ayudarte a superarlas.
Para terminar, puedes conocer cuáles son los alimentos que ayudan a combatir la ansiedad, con la intención de integrarlos a tu dieta y aprovechar sus propiedades. El siguiente video muestra una animación que te enseñará los 6 pasos para controlar la ansiedad.
