Existe una gran polémica sobre el uso de la correa para niños. Algunos dicen que es una cuestión de seguridad y practicidad, otros no están de acuerdo. Mira un poco más sobre este aparato y crea tus propios argumentos.
La llegada de un niño es un momento de gran alegría. La casa parece estar renovada de energía, la familia se reúne esperando y la ansiedad se apodera. Estas emociones son muy fuertes, e incluso, si no es el primer hijo, siempre hay una expectativa sobre cómo será ese niño.
Piensa en la infancia. Si tienes hermanos, es muy fácil ver cómo cada niño es de alguna manera. Incluso con la misma educación y cuidado, los niños crecen de diferentes maneras y se comportan de diferentes formas. Esto está claro para los hijos para aquellos que se han convertido en padres, y aún más para los abuelos con aún más experiencia.
Ya sean más quietitos y obedientes o más traviesos, ellos acaban adaptándose a la linda y pequeña mochila que brinda más control a los padres. Sin embargo, elimina parte de la libertad y reduce el campo de acción del niño.
La correa para niños: ¿sí o no?
Mira algunos aspectos positivos y negativos del uso y toma tu decisión. Recuerda que cada familia tiene sus particularidades y que lo mejor para una no siempre es para la otra.
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Seguridad
Salir con niños pequeños implica una serie de factores que pueden ser complicados. Uno es la seguridad en la vía pública. Ellos pueden soltarse de la mano y salir corriendo, sin darse cuenta de los peligros del tráfico. Así que usar el arnés puede ayudarte a evitar ese tipo de cosas.
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Praticidad
La practicidad de poder sostener el arnés o sujetarlo a tu cuerpo mientras deja las manos libres es de gran ayuda. Puede llevar bolsas, comestibles, carteras e incluso sostener tu mano sin preocuparte.
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Limitación
Por otro lado, la correa para niños puede limitar al niño cuando está en plazas y parques, haciendo que deje de explorar el entorno. Es importante que el niño acompañe a sus cuidadores, pero deben experimentar sus propias formas de desarrollo.
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No adaptación
Si hay una verdad en todo esto es que hay un niño que no está acostumbrado y eso es todo. Es difícil tener en cuenta la adaptación, convirtiéndose en un verdadero tormento al salir de casa. Pero si es una elección familiar, será como el cinturón de seguridad o el asiento del automóvil: hay que acostumbrarse.
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El uso de la correa para niños
Al pensar en esta diferencia en el comportamiento de los niños, surge la pregunta principal: ¿es una exageración de los padres o un elemento necesario?
La experiencia de la paternidad varía de un casa a otra. Cada persona trata los comportamientos de diferentes maneras, educa a tus hijos de una manera y, sin duda, estarán haciendo lo mejor según su estilo de vida.
Es importante hablar sobre estos temas, pero también es importante recordar que cada familia es de una manera, cada niño tiene sus necesidades y los padres son responsables de la educación. Criticar no es la mejor manera, pero entender que no existe un manual para la crianza de los hijos.
Tener empatía con otros padres es siempre la mejor manera, y si hay algo seguro, juzgar nunca es la mejor forma.