La tecnología actual está cada vez más avanzada. En los Estados Unidos, recientemente, se aprobó una ley que permite a una persona convertirse en abono para el jardín si no quiere ser enterrada o incinerada después de su muerte. Sigue leyendo y conoce más datos.
Cómo funciona
El estado de Washington, en los Estados Unidos, tuvo su nueva ley aprobada por la legislatura. Esta ley, que aún espera la aprobación del gobernador del estado, consiste en permitir que los cadáveres se transformen en abono para el jardín.
Este proceso dura un total de 30 días, de cuerpo hasta el abono, y está siendo defendido por crear una alternativa a los métodos que ya existen, es decir, entierro e incineración. La alternativa ya tiene algunos partidarios en los Estados Unidos. Es una buena manera de contribuir al medio ambiente después de la muerte.
En Brasil y en muchos otros países, está prohibido usar restos humanos fuera de los cementerios y lugares específicamente acreditados. En una entrevista con la BBC, Nina Schoen, quien promueve la idea, dijo que “la naturaleza sabe cómo transformar nuestros cuerpos en la tierra”. En abono. Lo más importante, al menos para mí, es que mi cuerpo puede devolver a la Tierra lo esta me da, mientras estoy viva y, a través de este proceso, crear nuevas fuentes de vida”.
Existe una empresa con sede en Seattle, la Recompose, que puede hacer este proceso dentro del plazo de los 30 días. La técnica utilizada por ellos fue creada por investigadores de la Universidad de Washington, y consiste en mezclar madera e ingredientes biodegradables al cuerpo e insertarlo en un “compost” con una temperatura de 55°C.
En el proceso, las bacterias termofílicas aceleran la descomposición y las bacterias que transmiten enfermedades son eliminadas. El resultado del proceso es un abono limpio, libre de contaminaciones y listo para ser usado.
Esta nueva técnica para tratar el cuerpo tiene un precio intermedio entre los tradicionales. En los Estados Unidos, un entierro tradicional cuesta alrededor de 7.000 dólares. El proceso de cremación cuesta, como máximo, 1.000 dólares. El proceso de fertilización puede alcanzar casi 6.000 dólares.
A pesar de los precios, la NFDA (Asociación Funeraria de los Estados Unidos) predice una caída en los entierros tradicionales. El pronóstico es que, para 2035, a penas el 15% de los entierros serán de la manera tradicional, mientras que el porcentaje restante se dividirá entre modos “alternativos” para el mismo fin.