En la convivencia entre dos personas no todo es de color de rosa. El amor y el cariño que hay en una pareja no es suficiente para que existan tiranteces y momentos menos agradables. En muchas ocasiones, algunos episodios ocurren tras la boda, ya que las personas tienen que acoplarse a su nueva vida, y esto no siempre es sencillo. Para que tu matrimonio esté lleno de buenos momentos desde el inicio, descubre unos consejos para que comiences con el pie derecho la vida de casados.
Consejos para que comiences con el pie derecho la vida de casados
Después de la boda y de la luna de miel llega el momento de volver a la realidad. A la rutina, la vida en común y al día a día. Es ahí cuando surgen los desencuentros, a pesar de que ambas partes de la pareja tengan ganas de convivir, pasar tiempo juntos y tener unas increíbles experiencias.
Y es que, acoplarse el uno al otro puede que no sea una tarea tan fácil, por mucho amor que exista. Por eso, poner en práctica los consejos para que comiences con el pie derecho la vida de casados marcarán la diferencia en tu relación.
Comunicación
En cualquier relación humana que se tercie, la comunicación es muy importante. Conversando podréis saber los gustos, inseguridades, deseos, preferencias, dudas o inquietudes del otro. Nunca pretendas que tu pareja adivine lo que piensas o sientes.
Charla con la persona con la que convives a diario, sobre cómo fue su día, sus actividades, intereses, cómo se encuentra. La comunicación siempre es un arma para fortalecer la relación.
Respeto
El respeto debe ser por las dos partes. Este es una manera de demostrar amor por el otro. Cuando no concordáis en una cosa, no hay necesidad de insultarse, elevar la voz o intentar imponer tus ideas. Esto no hará que el otro escuche.
Asimismo, el respeto hace que tu ser querido sienta que lo quieres de la forma que es, aunque tengáis diferentes puntos de vista en algunas cosas.
Reciprocidad
La reciprocidad no es lo mismo que el “toma y dame”, es decir, solo hago tal cosa si tú haces otra. Esta actitud acaba creando una dependencia negativa. Luego, la reciprocidad hace referencia a la generosidad entre las dos personas. Esta es un intercambio generoso de apoyo, es aportar algo positivo al otro en vuestro proyecto de vida en común.
Como consecuencia, se creará un ambiente de igualdad, en el que ninguno se sentirá por encima o por debajo del otro, y mucho menos usado.
Establecer reglas desde el principio
Como se dice coloquialmente, “hay que poner las cartas sobre la mesa”. Esto quiere decir establecer las reglas desde el inicio. Cada uno debe saber cuáles serán sus responsabilidades, los compromisos a cumplir, las tareas que se harán entre los dos y cuáles son aquellas en las que se puede ser más flexible.
Las reglas se deben tomar de mutuo acuerdo para evitar malentendidos.
Tener pequeños detalles
Otro de los consejos para que comiences con el pie derecho la vida de casados es el de tener pequeños detalles con la pareja. Al igual que en la fase de enamoramiento se tienen caricias para con el otro, se hacen regalos inesperados o se mandan mensajes de amor, es muy importante para fortalecer la relación que estas actitudes se mantengan.
En ocasiones, algunas personas dejan de ser cariñosas y/o de tener detalles, ya que consideran que su marido o su mujer ya está asegurado, y esto no es así. Un abrazo, un mensaje para saber cómo le está yendo el día o ir al trabajo de tu pareja para sorprenderlo son cosas que mejoran la unión.
Ser independiente
El espacio individual nunca se debe perder. No tienes que estar 24 horas pegado/a a tu pareja. El hecho de haberte casado no significa que tengas que dejar de lado a tu familia y amigos, ni mucho menos que dejes de pensar en ti y dejes de realizar las actividades y hobbies que tanto placer te dan.
Es bueno tener tiempo para ti mismo y para poder extrañar al otro. De esta manera, cuando estéis juntos, disfrutaréis mucho más del momento y tendréis más temas de conversación para hablar, ya que os contaréis lo que estuvisteis haciendo en la ausencia del otro.
Empatía
No hay nada como tener la habilidad de colocarse en el lugar del otro para intentar entender qué es lo que siente y el porqué de este ver la vida así. La empatía nunca puede faltar en un matrimonio. De lo contrario, es muy complicado que este sea fructífero y feliz.
Escuchar con atención los argumentos del otro ayuda a que el nexo fluya de una forma natural, leve y, al mismo tiempo, es una gran muestra de amor.
No ventiles tus discusiones
Otro de los consejos para que comiences con el pie derecho la vida de casados es el de mantener tu vida privada en pareja para vosotros. No hay necesidad de estar publicando vuestros desencuentros en redes sociales, por ejemplo, ni comentándoselo a todo el mundo.
Tampoco permitas que nadie se meta en vuestra relación, que opinen quién está equivocado o no, en relación a un asunto, ni que te digan qué es lo que debéis hacer. Las decisiones sobre vuestra vida en común son únicas y exclusivamente tuyas y de tu pareja.
El amor propio nunca debe faltar
Tienes que quererte, cuidar de ti, de tu salud física y de la mental. Sentirte bien con tu persona es fundamental para tu autoestima. Al mismo tiempo, ayuda a que tengas ganas de conquistar y seducir siempre a tu pareja, a querer llamar su atención y a hacer que la llama de la pasión se mantenga viva.
Salúdalo y despídete
Dos acciones tan simples como saludar cuando te despiertas y llegas y despedirte cuando te vas a dormir o sales de tu casa son un grato gesto que el otro recibe de muy buen agrado.
Estos pequeños detalles cultivan amor y un buen ambiente en el hogar y entre la pareja. A los saludos puedes añadir una frase de cariño y buenos deseos para el día del otro.
Para finalizar, conoce 9 ingredientes para un matrimonio exitoso.
