La paciencia es una virtud. Es fundamental ser paciente en la vida para todo, dado que no siempre se van a conseguir las cosas que uno desea de inmediato. Esta cualidad es aún más importante cuando se trata de lidiar con los pequeños. Si la aplicas, estos entenderán mucho mejor el mensaje que deseas transmitir y se darán cuenta que lo dices convencido, por lo que te harán más caso. Descubre aquí unos consejos para no perder la paciencia con los niños.
Consejos para no perder la paciencia con los niños
Es una realidad que, en algunas circunstancias, es prácticamente imposible mantener la calma y la serenidad. Sin embargo, como adulto que eres, debes usar tu inteligencia emocional para no perder los nervios ni la compostura ante tus hijos, independientemente de lo que hayan hecho.
Pero, los gritos, malas palabras o incluso golpes solo harán que empeorar la situación, además de dar una mala imagen ante los chicos, ya que para los pequeños los padres son un ejemplo a decir. Por lo tanto, cuando crezcan actuarán de la misma forma con sus descendientes, o incluso ya desde críos adoptarán estos comportamientos cuando las cosas no sean o salga como ellos quieren.
Ten siempre presente que estar conectado con tus hijos emocionalmente, te ayudará a tranquilizarlos, y a que estos consigan desarrollar más habilidades y valores, como es el caso de la empatía. Por otro lado, la serenidad permite que los críos se sientan más seguros y que aprendan a tener confianza en sí mismo, y hasta interés por mejorar día a día.
Luego, es más que evidente que los consejos para no perder la paciencia con los niños solo te reportarán ventajas.
Piensa que no eres el único al que le ocurre
Todos los padres viven momentos tensos. Además de ello, tu sentido del humor, estrés o ánimo en el momento también jugará un papel relevante en cómo reacciones.
Si tuviste un día pésimo, no es el momento para actuar como un super papá o una super mamá. Cálmate, relájate y preocúpate por ti.
Toma distancia
Desde la barrera, las cosas se ven diferentes. Luego, ante un momento tenso, toma distancia de lo ocurrido por un momento en silencio. Vete al baño a lavarte la cara y contar hasta 20 o sal al jardín a dar un paseo corto. Pasados unos cinco minutos, si ya estás más tranquilo, vuelve.
Ten empatía con la frustración de tus hijos
En el momento en el que los niños no pueden o no consiguen hacer algo que quieren, la frustración se apodera de estos. Esto provocará que se pongan tensos, empiecen a portarse mal e incluso crucen los límites con tal de salirse con la suya. Ante esto, préstales atención, aunque en ese momento estés ocupado con alguna tarea, háblales con calma, escúchales e intenta comprenderlos para que se tranquilicen.
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Por último, en el siguiente vídeo puedes conocer por qué te estresas y pierdes la paciencia.