La piel constituye el órgano más grande del cuerpo humano. Puede llegar a pesar 5 kilogramos o alrededor de 15% de tu peso total. Está en constante renovación y cada minuto puede perder hasta 30 mil células muertas. Estas células conforman un 50% del polvo que limpias en casa. Se renueva totalmente cada 28 días y su grosor varía de los 0,5 milímetros en los párpados a los 4 milímetros en los talones. Para proteger tu salud, aquí se presentan 8 consejos para el cuidado de la piel.
Consejos para el cuidado de la piel
Como cada parte del cuerpo, la piel requiere de ciertos cuidados para cumplir, adecuadamente, sus funciones y mantenerse saludable. No es necesario invertir mucho dinero en costosos productos. Tampoco hay que dedicarle muchas horas al día. Basta con un sencillo ritual de limpieza y algunas precauciones para que la piel recupere su salud. Los que siguen son 8 consejos para el cuidado de la piel.
Lavado matutino
Cada mañana debes lavarte la cara con un jabón muy suave. Si te has bañado la noche anterior, basta con un ducha rápida sin jabón para reducir la grasa y eliminar las toxinas de la piel. Cuando te seques, evita frotar la piel con una toalla. Basta con absorber el agua poniendo la tela sobre la piel y dando pequeños golpecitos en piernas, brazos, torso y espalda.
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Humectación diurna
Dependiendo de tu tipo de piel, elige una crema humectante de uso diario. Luego de secarte, aplica una delgada película de esta crema y deja que penetre la piel antes de vestirte. Los productos humectantes ayudarán a que tu piel recupere la capa hidrolipídica que la recubre.
Protección solar
Luego de que la crema humectante haya sido absorbida por la piel, no olvides utilizar un protector solar. Este es uno de los más importantes consejos para el cuidado de la piel. Cubre con una ligera capa de este producto las partes de tu cuerpo que estarán expuestas al sol durante el día. Elige uno que al menos tenga un factor de protección de FPS 30.
Alimentación balanceada
Para que la alimentación mejore la salud de tu piel, recuerda comer abundantes cítricos, zanahoria, tomate y otros frutos rojos. Incluye en tu dieta aceite de oliva, verduras de hojas verdes, carnes asadas, frutos secos y huevos. Este menú te llenará de las vitaminas y antioxidantes que tu piel necesita para estar elástica y radiante.
Abundantes líquidos
No solamente la piel, sino todo el cuerpo necesita agua en abundancia para desempeñar sus funciones de manera óptima. El agua es el medio que transporta los nutrientes que se ingieren con la alimentación o que el cuerpo genera por sí mismo. Además, es el soporte para toda la actividad celular. Se aconseja tomar 8 vasos de agua por día, como mínimo.
Lavado nocturno
La limpieza antes de dormir es vital para tener una piel sana y luminosa. Este proceso no solo elimina células muertas, suciedad y grasa, sino que también despeja la piel y la oxigena para que inicie de mejor manera su ciclo nocturno de reparación y regeneración. Usa un jabón suave con un ph neutro y evita a toda costa secarte frotando con agresividad una toalla contra tu piel.
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Hidratación antes de dormir
La hidratación diurna tiene un objetivo diferente a la nocturna. Mientras la primera sólo busca mantener tersa y elástica la piel, la segunda contribuye a mejorar los procesos reparadores que la piel emprende durante la noche. Aplicar ante de dormir una crema hidratante que contenga péptidos y retinol, es uno de los grandes consejos para el cuidado de la piel.
Buen sueño
El sueño reparador incide en la salud general del organismo, especialmente en la de la piel. Las horas de descanso tienen un efecto reparador sobre la epidermis ya que promueven la vasodilatación que permite a la sangre oxigenar mejor este tejido. Además, el sueño limita la acción de los radicales libres, agentes que aceleran el envejecimiento natural de la piel.
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Consejo extra:
Otros consejos para el cuidado de la piel pueden ser abrigarse cuando hace frío y limitar la exposición a fuertes corrientes de aire. También abandonar hábitos poco saludables como fumar y visitar al dermatólogo siempre que aparezca algo raro como una mancha o erupción persistente.
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