Por mucho amor que haya entre los hijos y sus progenitores, en ocasiones hay disputas que los separan. Saber gestionar estas situaciones hará que llegar a un entendimiento sea más fácil. Al mismo tiempo, se le hará comprender al pequeño el por qué de las cosas para que entre en razón. Para ello, las técnicas para solucionar conflictos entre padres e hijos te serán de gran ayuda.
Cómo solucionar conflictos entre padres e hijos
Ante un problema, una actitud errada de tu hijo o una discrepancia, perder la paciencia sólo hará que empeorar el brete. Para no caer en esta situación y hacer una bola más grande de lo ocurrido, saber cómo solucionar conflictos entre padres e hijos es fundamental.
Determina cuál es la disputa
Para poder solucionar un problema primero hay que reconocer que este existe. Por lo tanto, define cuál es el conflicto. Intenta pensar en frío para ver las cosas con perspectiva. Eso te ayudará a saber qué es lo que pasa y quiénes son las personas implicada en el problema.
Intenta averiguar que hay detrás del problema
La gente reacciona ante determinadas situaciones teniendo en cuenta sus experiencias pasadas, miedos y expectativas. Es por ello que para solucionar conflictos entre padres e hijos se recomienda ver qué es lo que subyace de la disputa.
En este punto tener un manejo de la inteligencia emocional puede beneficiarte mucho. Determinando tus pensamientos y los suyos, además de las emociones, solucionar el problema será más fácil.
Reflexiona sobre tu actitud
Por el hecho de que seas mayor que tu hijo, esto no significa que siempre tengas razón. Examina tus acciones y valora si la manera en que lo regañas y/o tus castigos están ayudando a empeorar o mejorar la situación.
Háblale de manera efectiva
Cuando razonas las cosas y explicas el por qué de ellas estás fomentando que tu hijo preste atención e intente ponerse en tu lugar para entender lo que le estás diciendo. Debes resaltar que algo no está bien, pero sin emplear palabras malsonantes ni dañinas. Asimismo, escuchar lo que ellos dicen es fundamental.
No emplees la ira ni la furia
En el caso de que no sepas controlarte cuando estás enojado, opta por dejar pasar unos minutos para relajarte. De lo contrario, podrás decir y/o hacer cosas de las que luego te arrepientas. Además, por lo general, actuar bajo la furia sólo hace que empeorar el problema.
Piensa lo que vas a decir
Conectado con el consejo anterior, para poder solucionar los conflictos entre padres e hijos es fundamental que pienses qué es lo que vas a decir antes de hablar. De esta manera, además de no herir, evitarás a entrar agrandar el brete con peleas sin sentido.
Pon en macha técnicas de negociación
Una vez expuestos los puntos de vista desde el respeto, la coherencia y serenidad, es la hora de negociar y llegar a un acuerdo. Ofrece alternativas diversas de modo que tu hijo vea que las cosas se pueden modificar dependiendo de su actitud y de la gravedad del asunto.
Por ejemplo, si él desea comer un dulce, primero tiene que comerse todas las verduras.
Consejo final:
Intenta tener empatía y ponerte en el lugar de tu hijo y ver cómo te sentirías tú si alguien te tratase como tu lo estás haciendo con él. De esta manera, será mucho más fácil que estés tranquilo cuando hables, lo que ayudará a que los conflictos se resuelvan más fácilmente.
Si tienes un hijo en edad adolescente, no dejes de ver el siguiente vídeo para tener más recursos para poder resolver conflictos con este.