Cómo lavar los platos
Crédito de la imagen: Dicasonline

Cómo lavar los platos con agilidad y organización

Limpiar la loza con eficiencia es una cuestión de organización. Conoce unos consejos

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Para aquellos que están acostumbrados, lavar los platos es simplemente una de las actividades rutinarias que realizan de forma automática. Pero siempre hay alguien que necesita aprender cómo lavar los platos sin romperlos, de manera organizada y ágil para que no pasen toda una hora del día en esta función. Entonces, si este es tu caso, mira los consejos, a seguir, y empieza a practicarlos.

10 Consejos para aprender cómo lavar los platos

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El tipo de loza más complicada para lavar suele ser la de las comidas y cenas cuando se preparan comidas más grasosas. También cuando la cantidad es grande y casi no cabe en la bancada del fregadero. Los consejos comienzan por organizar el espacio, y después es una cuestión de que cada uno se adapte como prefiera.

1. Organiza la loza

El primer paso para aprender cómo lavar los platos de manera eficiente es organizar todo lo que esté sucio. Comienza colocando las tazas más cerca de la pila. Luego, al lado, cubiertos, platos y, finalmente, ollas y vajillas más grandes.

2. Remueve las sobras de comida

Al mismo tiempo que organizas los platos, ya deberías retirar los restos de comida y tirarlos a la basura. Nada que botar escombros en el desagüe del fregadero, a menos que sea líquido, porque además de obstruirlo ocasionará un mal olor.

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3. Agua caliente en la grasa

Si tienes loza con grasa, calienta el agua en una olla o hervidor de agua. Cuando hierva, con mucho cuidado, viértela en los platos grasientos para que la grasa se desprenda y sea mucho más fácil lavarlos. Deja el agua en la loza hasta que sea hora de lavarla.

Otro consejo es evitar colocar platos con grasa uno encima de otro, ya que la grasa de uno terminará pegándose el fondo del otro, dando más trabajo para limpiar.

Si tienes un grifo con agua caliente, puedes omitir este paso y dejar que los platos pasen por el agua caliente del grifo cuando sea el momento de lavarlos.

4. Desengrasante

Si cuentas con un un espray con producto desengrasante en casa, echa un poco en la loza grasienta antes de enjuagar el agua caliente y déjalo por unos minutos.

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5. Empieza por los vasos

La idea de comenzar por los vasos es que, generalmente, son los menos grasientos. Si los dejas para el final, terminarán agarrando algo de la grasa que permanecerá en la esponja, por lo que la limpieza no será tan buena y te llevará más tiempo que queden bien limpios.

Coloca una pequeña cantidad de detergente líquido en la parte verde de la esponja y humedécelo con un poco de agua del grifo. Aprieta con movimientos de abre y cierre para formar espuma. Entonces, comienza a pasarlo por los vasos y/o tazas, sosteniéndolos firmemente para que no se resbalen, pero sin apretarlos para que no se rompa, especialmente si tienes copas.

Si quieres, ya puedes enjuagar y ponerlos en el escurridor, todos volcados (con la boca hacia abajo) para drenar bien. El escurridor es mejor que un paño, ya que el trapo no deja que el vidrio se seque por dentro. Pero también puedes dejar los vasos al otro lado de la bancada, si tienes espacio, y enjuagar la loza toda al final.

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6. Lavar los cubiertos

Después de los vasos, escurre la esponja con movimientos de apertura y cierre debajo del grifo para eliminar el exceso de residuos. A seguir, agrega un poco más de detergente. Siempre poco, por eso de que los concentrados son mejores, ayudan a ahorrar dinero.

Lava los cubiertos, teniendo cuidado de no cortarte con los cuchillos o perforarte con la punta de los tenedores.

7. Lava los platos

Después, empieza agarrando los platos, uno por uno, y lavándolos tanto por la parte superior como por la de abajo. Frota la esponja sobre ellos con movimientos circulares y enjuaga para ver si está muy limpia o si todavía necesitas frotar más. Lava, enjuaga, escurre y agarra el siguiente.

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8. Lava las piezas más grandes

Cuando hayas limpiado los platos, llega la hora de las ollas. Ten cuidado, dado que algunos tipos de utensilios de cocina no se pueden lavar con la parte verde de la esponja o frotar demasiado fuerte porque se puede dañar el esmalte que los hace antiadherentes. Usa más agua caliente y detergente si es preciso.

Para sartenes con alimentos pegados, como carne, si no puedes quitarlos fácilmente, sumérjalos en agua hirviendo y desengrasante durante unas horas. Después, intenta lavarlas de nuevo.

9. No es preciso secar

Si toda la loza ya está lavada y tienes espacio para que se seque sola, mejor. El trapo de cocina no siempre seca bien los platos, por lo que se mantienen húmedos y huelen mal. Si decide secar, emplea siempre un paño limpio y bien seco.

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10. Organiza la bancada

Para finalizar, para un trapo por la bancada con un paño, dejándola limpia y seca. Si quedó con grasa, usa un poco de detergente y otra esponja solo para esto. Si tienes que usar el mismo que utilizaste para la loza, después de terminar el servicio hierve la esponja en un poco de agua durante 10 minutos, luego retírala cuidadosamente del agua y déjala en el mostrador hasta que se enfríe. Presiona para eliminar el exceso de agua y listo, servicio hecho.

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