¿Te olvidaste de dejar en remojo los porotos y ahora sabes que tardarán mucho más en cocinarse? He aquí cómo hacer un remojo rápido de frijoles y acabar con este problema. Pero, por cierto, ¿sabes por qué es bueno dejar en remojo los frijoles? Despeja ahora todas estas dudas.
¿Por que es bueno dejar los frijoles en remojo?
Ya sabes que cuando dejas en remojo los frijoles unas horas antes de cocinarlos, se hacen más rápido. Entonces, este es uno de los motivos del remojo. Mientras están en el agua, las alubias se hidratan y ablandan, y esto es lo que facilita y acelera la cocción.
Pero, además de este motivo, el remojo también sirve para eliminar las toxinas presentes en los frijoles, responsables de causar una sensación de hinchazón al ingerirlos. Estas toxinas se liberan del grano y permanecen en el agua. Es por eso que debes tirar el agua de remojo y luego agregar agua fresca para cocinar los frijoles.
Cómo hacer un remojo rápido de frijoles
Una salsa normal y más demorada puede tardar hasta 12 horas. Más que eso no es bueno, puesto que los frijoles se ablandan demasiado y pueden comenzar a fermentar. Durante este remojo de 12 o incluso 6 horas, lo ideal es cambiar el agua unas cuantas veces para eliminar las toxinas. Este intercambio se llama remojo, ya que es una segunda (tercera, cuarta) remojo con agua fresca.
Pero si no tienes tiempo suficiente para hacer la salsa y remojo normal, el consejo es hacer una remojo rápido. Para ello, pon los frijoles (ya elegidos) en una sartén, llénala con el doble de agua y lleva a fuego alto.
Cuando hierva, apaga el fuego y tapa la sartén. Déjala así durante una hora para que los frijoles se hidraten y se ablanden. Posteriormente, desecha el agua, cámbiala por una nueva y ponla a cocer.
¿Y si no se hace la salsa y el remojo?
Las alubias negros son el único tipo que dispensa salsa y remojo. Pero aún así eliminará las toxinas al cocinar que pueden acumular gases en sus intestinos. Como estos frijoles no hacen mucho caldo y son ideales para servir como ensalada tibia, puedes cocinarlos, luego escurrirlos y darles un ligero lavado para eliminar las toxinas que rodean los porotos.
Para los demás frijoles, la salsa y el remojo es una técnica recomendada porque si los cocinas directamente, además de mantener las toxinas en el agua que ya no se eliminarán, tardarán mucho más en cocinarse.
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