No solo los libros y la ropa sufren con las polillas, sino también tu cocina. Estas adoran los granos y otros alimentos secos, y pueden dejar larvas en sitios no deseados.
Primero de todo, es fundamental saber que son realmente rápidas de reproducir. Por lo tanto, no tardes en atajar el problema. Cuanto más rápido comiences a eliminar esta plaga, más fácil será combatir el problema. Mira qué es lo que debes hacer:
Atención en el mercado
Combatir las polillas aún comienza en el supermercado, en el momento de hacer la compra. Aunque sea tedioso y lleve mucho tiempo, es esencial evaluar la condición del embalaje de los productos que compras.
Esto es porque, si tienes un pequeño agujero, es una señal de que probablemente ya esté contaminado, lo que hace que te lleves a casa nuevos brotes. Presta especial atención a los granos, semillas y cereales.
Espantadores, ¡prendedores!
Vale, estos son prácticos y baratos, pero no funcionan tan bien. Además de no conservar los alimentos, las pinzas para la ropa son muy fáciles de eludir cuando se trata de polillas. Lo ideal es mantener la comida en frascos o sacos herméticamente cerrados con un cierre seguro, del tipo Ziplock.
La higiene es fundamental
Mensualmente, haz un barrido por los armarios, revisa los paquetes de nuevo y desecha los que tengan agujeros. Aspira los rincones más escondidos, limpiando todos los estantes con una mezcla de vinagre de alcohol y agua.
Usa repelentes naturales
¡Está claro que puedes contar con el apoyo de la naturaleza para mantener la plaga lejos de tu cocina! Esparce algunas bolsitas de clavos de olor y hojas de laurel alrededor de los armarios y donde sea que estén. De esta forma, ¡puedes tener la tranquilidad de tener la cocina libre de polillas!
Lee también: Alternativas a la naftalina para eliminar polillas: ¿qué hacer?